"No es un simulacro". El Ayuntamiento de Barcelona ha utilizado estos términos para declarar la emergencia climática en Barcelona, cuyas medidas tendrán un coste cercano a los 600 millones de euros. Un plan en el que se ha fijado el objetivo en las emisiones del aeropuerto del Prat y del Puerto de Barcelona, a los que se les responsabiliza de emitir conjuntamente cuatro veces más contaminación que en el interior de la Ciudad Condal.
Según las cifras calculadas por el Ayuntamiento, el Puerto de Barcelona emite 5,33 millones de toneladas de CO2, un número que la propia infraestructura ha rebajado a 315.000, exigiendo una rectificación al equipo de Colau. Según los datos del Consistorio, el aeropuerto del El Prat emite un total de 7,91 millones de toneladas equivalentes de CO2, pese a que las cifras oficiales del Ministerio de la Transición Ecológica rebajan ese montante a 41.492 toneladas.
Para el cálculo, el Ayuntamiento ha incluido la contaminación de todos los vuelos con origen o destino en el aeropuerto de Barcelona, descontando el aterrizaje y despegue. "Es como si se imputara toda la contaminación de un camión que circule desde Marruecos a Alemania a Barcelona por haber pasado por las rondas", han ejemplificado fuentes del sector aeronáutico a El Liberal. Colau imputa así el 30% de la contaminación total de todos los aeropuertos de España a la infraestructura Barcelona.
Además, los datos de la Generalitat no identifican al aeropuerto como una zona de alta contaminación, como sí ocurre en las Rondas que rodean Barcelona. Para el cálculo de las cifras oficiales se utiliza unos estándares aplicados en todos los aeropuertos del mundo.
El Ayuntamiento ha utilizado sus cifras como arma arrojadiza para oponerse a cualquier tipo de ampliación en El Prat de Barcelona, una construcción que está estudiando Aena y que llevará a todos los Consistorios e instituciones que podrían verse afectadas. Una de estas reuniones con los Ayuntamientos tenía que haberse producido este pasado lunes, pero no fue posible debido a la presentación del nuevo Gobierno. El encuentro se producirá la próxima semana, según han confirmado desde el consistorio.
Contra la ampliación de infraestructuras
Según el Ayuntamiento, tanto el Puerto de Barcelona como el Aeropuerto del Prat generan un total de 12,9 millones de toneladas anuales de CO2, es decir, cuatro veces las emisiones emitidas en Barcelona, que alcanzaría la cifra de 3,4 millones.
"Aún no hay ningún proyecto en marcha", han asegurado fuentes de Aena al ser preguntadas por la ampliación de alguna pista en El Prat. Aún se están mostrando alternativas a las distintas instituciones públicas, han señalado, al tiempo que han descartado por completo realizar la pista en el mar al ser un proyecto inviable tanto medioambiental como económicamente.
Desde el Consistorio de Barcelona han exigido reducir los gases contaminantes a la infraestructura y se han opuesto a cualquier obra de ampliación. Así, han pedido eliminar rutas si existe una alternativa ferroviaria, como sería el puente aéreo, la ruta más rentable a nivel nacional, mientras ha pedido al Puerto de Barcelona eliminar rutas de cruceros por el "impacto a nivel de masificación y de consumo de recurso de la ciudad". Maniobras que vuelven a poner al turismo en el foco.