"Que no vote nadie". Es la arenga de Endavant, el independentismo más radical integrado en la CUP, formación que sí acudirá por primera vez a unas elecciones generales del 10-N. Los antisistema e independentistas anunciaron su presencia en estos comicios el pasado 30 de septiembre, pero tuvieron que hacerlo en una asamblea en una votación entre dos opciones: o elecciones o boicot.

Numerosos foreros de las redes sociales próximos al núcleo más radical del independentismo se oponen a "llorar en minoría en el Congreso" y consideran que sería más efectivo bloquear colegios electorales o no acudir a las mesas electorales, pese a la posible pena de cárcel de entre tres meses a un año o bien una sanción económica de entre seis y 24 meses si no hay justificación para excusar la ausencia.

Los mensajes se suceden apenas a dos semanas de las elecciones y con la CUP como participante en estos comicios. "Sólo el hecho de presentarse en España ya es una traición", reprochan a la formación separatista.

"Ningún catalán tiene que ir a votar, exigimos a la Generalitat y a Torra hacer pública la Declaración Unilateral de Independencia votada el 1-O", afirma otro usuario. "No es necesario ir a Madrid -prosigue- para cobrar sueldos por no hacer nada".

Los mensajes también van dirigidos a dirigentes históricos de ERC. "El 10-N, con los votos contados, se constatará cómo y de qué manera la ciudadanía catalana reconoce la posición de ERC, basada en hacer posible la Amnistía y la autodeterminación partiendo de mayorías", ha afirmado Joan Tardà en su perfil de Twitter, mientras un radical le responde: "Boicot al 10-N, ratas".

Boicoteemos las elecciones con "ácido"

"Boicoteemos las elecciones con ácido", se lee en uno de los miles de hilos del foro más utilizado por los independentistas. "No es ninguna tontería", le responde uno de los foreros.

"Si el Tsunami Democrático fuese de verdad sabotearía las próximas elecciones con sentadas pacíficas dentro de los colegios para impedir que se vote", considera otro seguido usuario. "Los CDRs bloquearían la entrada a los colegios y la combativa juventud quemaría contenedores en las proximidades", ha apuntado. "Por este motivo, la Junta Electoral tendría que suspender la votación, con un estallido de la imparable revolución".

Endavant mostraba su postura sobre los comicios del 10-N, pero la votación en la asamblea venció concurrir a estas generales, las cuartas en dos años. Este núcleo duro del separatismo aseguraba que el Estado tenía "profundas contradicciones", si bien emplazaba a encontrar una fórmula para boicotear los comicios.

Endavant no logra imponer su boicot

Con la repetición de elecciones se han visto "los límites marcados por el PSOE", que tan solo permitirá repetir el "esquema de CiU de los 90", la recentralización y la austeridad. "Los 88 diputados escogidos en circunscripciones de los Países Catalanes no podrían conformar ninguna minoría de bloqueo", ha advertido la formación. Ni obteniendo estos representantes podrían modificar por sí solos la Constitución.

A su juicio, el habitual debate sobre el encaje de Cataluña en España "es engañar al electorado para asegurarse sillas y asesores y participar en un reparto de migajas con todas las cartas marcadas y todos los otros jugadores en contra". Por ello, proponen el objetivo de "laminar y deslegitimar el poder central del Estado en nuestros territorios". "La forma como se concrete el boicot dependerá de las fuerzas que conseguimos sumar a esta propuesta", concluyen.