La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo ha decidido, finalmente, rechazar el recurso presentado por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, solicitando como medida cautelar la suspensión de su inhabilitación ordenada por la Junta Electoral Central (JEC). Esta inhabilitación fue dictada, a su vez, por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que condenó a Torra por desobedecer las órdenes de la Junta Electoral de Barcelona de retirar de todos los edificios de la Generalitat la propaganda en defensa de los condenados por el referéndum ilegal del 1-O.
La sala ha tomado esta decisión a pesar del informe de la Fiscalía, que recordaba que el conocido como caso de los lazos amarillos está pendiente aún de la sentencia firme del Supremo. Una sentencia que podría ser absolutoria para Torra. De ahí que la Fiscalía entendiera que, si se cumple ahora con la sentencia del TSJC, podría darse una situación de irreversibilidad en la que Torra habría visto vulnerados sus derechos fundamentales.
Presidente sin escaño
Torra perderá así su escaño como diputado, cumpliendo las dos órdenes de inhabilitación de la JEC. Pero el Supremo no se pronuncia sobre qué sucederá con su cargo como presidente de la Generalitat. En este sentido, puede crearse un conflicto de consecuencias desconocidas pues el Reglamento del Parlament no prevé que la inhabilitación pueda ser aplicada hasta que exista una sentencia firme. Algo que fue refrendado recientemente por los letrados de la institución autonómica, que también recordaron que, en caso de que la cámara decidiera mantener a Torra al frente de la Generalitat, podría apoyarse en el Estatuto de Autonomía y en la Ley de Presidencia de la Generalitat. Ambos establecen como causa de cese en el cargo de presidente la condena penal firme que comporte la inhabilitación.
El problema se agrava al considerar que tanto el Estatuto como la Ley de Presidencia establecen que el presidente de la Generalitat debe ser escogido entre los 135 diputados que se sientan en el Parlament. Si el Supremo confirma la inhabilitación de Torra como diputado, queda por ver cómo podría el Parlament mantener a Torra al frente del Govern sin incumplir ambas leyes.
Las formaciones independentistas en el Parlament ya aprobaron, a principios de este mes y en una sesión extraordinaria, que Torra mantendría su escaño como diputado y la presidencia de la Generalitat hasta que hubiera una sentencia firme de inhabilitación. Algo que él también ha señalado en numerosas ocasiones e los últimos días, asegurando que solo obedecerá lo que decida la cámara autonómica.