El 19 de junio de 2024 se cumplieron diez años de la entronización de Felipe VI. Un hito importante en la vida del monarca, cuyo liderazgo está más que consolidado, que ha querido amplificar a la Corona introduciendo varios cambios y adaptaciones a la sociedad de hoy.
Las polémicas de su padre, que motivaron la abdicación en aquel momento, están ya enterradas. Y el trabajo liderado por Felipe VI, para modernizar la monarquía y hacerla más cercana al pueblo, han dado sus frutos a lo largo de estos últimos 365 días, con un episodio especial que fue la tensa visita a Paiporta para estar cerca de los afectados por la DANA.
Cambios en su núcleo duro
A principios de año, casi por sorpresa de todos, el jefe del Estado relevó a su mano derecha durante casi tres décadas. Felipe VI prescindió de Jaime Alfonsín, que pasó de ser jefe de la Casa de Su Majestad el Rey a ejercer de consejero privado.
En ese momento se abrió una ventana de oportunidades para Don Felipe, que a la hora de elegir, optó por alguien más de su generación, con una visión de la realidad más parecida a la suya y a la de gran parte de los españoles. Un nombramiento que fue el punto de partida de un cambio radical en la Corona.
La elección de Camilo Villarino como nuevo jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, un diplomático con formación militar y con un perfil propio muy marcado, fue toda una declaración de intenciones por parte de Felipe VI. Sobre todo respecto a las relaciones que quería entablar con el Ejecutivo, en el año de mayor tensión entre la jefatura del Estado y el Gobierno.
Villarino, en ese momento un gran desconocido para muchos, ya conocía a la perfección el funcionamiento de las principales instituciones de nuestro país. Y una parte importante del poder del Estado le conocía también a él.
Procedente de la Comisión Europea, donde desempeñó el cargo de jefe de gabinete del Alto Representante europeo para la política exterior, Josep Borrell, Camilo Villarino pasó por el Gobierno previamente como director de gabinete de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. Durante esas dos etapas tuvo importantes desencuentros con el actual ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
Una relación tensa, que ha sido clave en el día a día de la actividad del monarca, y que incluso ha tenido afectación en algunos de los viajes internacionales del Rey -a los que el Gobierno no le ha acompañado con ningún ministro, como ocurrió en la cumbre iberoamericana-.
Felipe VI quiso aprovechar esta renovación para dar entrada de más aire fresco a la Casa Real. En noviembre el jefe del Estado nombró por primera vez a dos mujeres en la sala de máquinas de la Zarzuela. Mercedes Araújo Díaz de Terán pasó a ocupar el puesto de secretaria general, siendo, 'de facto' la número dos de la Casa del Rey. Carmen Castiella Ruiz de Velasco, por su parte, ejerce ya de Consejera Diplomática.
Dos puestos claves que hasta ese momento, tanto con su padre como con él, habían sido ocupados siempre por hombres. Unos relevos que forman parte de su compromiso para modernizar la institución a través también de la Igualdad.
Los altercados de Paiporta
Las catástrofes, dicen, siempre crean o afianzan liderazgos. Y la de la DANA en Valencia, sin duda, ha afianzado y reforzado la figura del Rey Felipe VI. Los Reyes, desde el minuto uno de la tragedia, pidieron a Moncloa poder visitar las zonas afectadas e incluso ayudar en las tareas de limpieza.
Pero el Gobierno no les permitió que esa primera visita se produjera hasta cinco días después. Con las calles aún llenas de lodo y con una sensación de falta de respuesta evidente por parte de gran parte de los afectados. Lo que provocó graves altercados, fruto de la rabia de los vecinos, al paso de las autoridades. Unas quejas principalmente por la presencia de Pedro Sánchez y Carlos Mazón.
La comitiva oficial, durante su paseo por Paiporta, recibió todo tipo de insultos y lanzamiento de barro. Una reacción entendible, dijo Don Felipe, que junto a la Reina aguantó consciente del papel que les tocaba jugar en ese momento. Una decisión completamente distinta a la que tomó el presidente del Gobierno, mientras los Reyes querían seguir la visita, huyendo del lugar a toda prisa. Un hecho que generó aún más tensión en las relaciones con Moncloa.
Aunque el Ejecutivo les obligó a cancelar el resto del programa, Don Felipe y Doña Letizia prometieron volver a Valencia. Y lo han hecho ya en tres ocasiones, la última junto a sus hijas, para estar cerca de los afectados. Un hecho que contrasta con la ausencia total de Sánchez que, desde ese día, no ha vuelto más.
Cambios en la comunicación institucional
Otra de las grandes decisiones que ha tomado Felipe VI este 2024, y que dicen mucho de su forma de entender la monarquía en España, tiene que ver con la comunicación institucional. Por primera vez, la Casa Real ha optado por hablar también a la ciudadanía a través de todos los canales por los que se informan los españoles.
Con la incorporación de nuevos perfiles al departamento de comunicación, expertos en las nuevas herramientas sociales, los Reyes han estrenado perfil en la red social Instagram. También el tipo de imágenes que han decidido distribuir, como la de la felicitación navideña, dando más protagonismo a sus hijas, deja claro que la voluntad de Felipe VI es dar permanencia a la Corona como la institución del Estado, que más confianza y simpatía sigue generando a día de hoy.
