La corrupción en Cataluña no es un fenómeno nuevo. Montserrat Gassull, militante de ERC, denunció en 2012 las presuntas irregularidades del alcalde de Torredembarra, Daniel Masagué, miembro de CDC, uno de los implicados en la investigación judicial del 3%. A pesar de su beligerancia, no fue escuchada, ni siquiera en su partido del que terminó saliendo por la falta de comprensión que encontraba en sus denuncias por parte de la directiva.
"Esto va a ser muy grande", avisaba Gassull hace ya dos años. La exconcejal asegura que no ha dicho más cosas porque la investigación está "bajo secreto de sumario", pero también afirma que, por el momento "no ha salido prácticamente nada".
Gassull envío una carta a Oriol Junqueras, hoy aliado de Mas en su lista independentista, en la que le contaba sus sospechas. Llegó incluso a pedir una cita por medio de su abogada para comentar la gravedad del tema, pero fue predicar en el desierto. "No contestaron ni a la carta. En algunas juntas territoriales decían que íbamos en contra del proceso constituyente. Pues claro que lo conocía Junqueras. Le fui a buscar a un acto en Tarragona", explica Gassull.
Artur Mas también recibió una carta en la que les indicaban las irregularidades en el consistorio
La exconcejala no se quedó en ERC, también buscaron a los dirigentes de Convergència para comunicarle los tejemanejes que ella percibía en su localidad. "La dirección de Convergència de Torredembarra fue a encontrarse con la cúpula y regresaron con las manos vacías, como yo. Mas tiene una carta y Ramon Espadaler, consejero de Interior por aquel entonces, también. Íbamos a actos de CDC y les dábamos las denuncias. Cuando Mas inauguró las obras del barrio de Baixamar en 2013, año en el que se produjo la detención del alcalde Masagué, registré una carta en el Palau de la Generalitat dirigida a él. Le decía que las obras eran ilegales. Además, le envié al correo electrónico de Junqueras una copia del escrito. No pueden decir que no sabían nada
