La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, le encargaron en 2009 al comisario José Manuel Villarejo que investigase al hermano del entonces ministro del Interior, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. En concreto, querían indagar en torno a la presunta relación que existía entre el familiar del ministro y la conocida empresa de detectives privados de Barcelona Método 3.
Según los audios que este lunes publica 'Moncloa.com', Villarejo le dijo a Cospedal que este era un asunto que preocupaba mucho a Rubalcaba. Son varias conversaciones mantenidas en diferentes días entre julio y septiembre de ese año y que prueban que los tres protagonistas no sólo hablaron de cómo torpedear la trama Gürtel que en ese momento afectaba al PP o cómo investigar al dirigente 'popular' Javier Arenas, enemigo interno de Cospedal.
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“¿Y tu crees que se va a poder probar bien lo del hermano de Rubalcaba y Método3?", le preguntó López del Hierro al comisario en una cita mantenida el 21 de septiembre. Villarejo, jubilado en 2016, actualmente se encuentra en prisión desde hace un año. Está acusado de dirigir un "clan policial mafioso", según la Fiscalía. Pero en 2009 estaba en activo y bien considerado por el Ministerio. Este mando policial le dijo al marido de Cospedal que se podía hacer un "rastreo" de sus comunicaciones telefónicas y que para eso era necesario contar con algún contacto en Telefónica.
Precisa incluso que si el teléfono del hermano de Rubalcaba o el de alguien de Método 3 es Movistar, sería necesario recurrir directamente al presidente de la compañía telefónica porque la persona que "maneja" la cesión de datos en esa empresa es Florencio San Agapito, exmando de la Policía Nacional. Villarejo dijo que no se fiaba de él. "Yo en la medida de lo posible, es la medida que voy a seguir, lo que pasa es que eso está con 20.000 lupas, en el momento que me muevo un poco, se me ve el plumero", le admitió el mando policial al marido de la dirigente 'popular'.
Es habitual la colaboración entre empresas de telefonía móvil y la Policía Nacional o la Guardia Civil en el marco de investigaciones en las que se comparten datos personales para esclarecer delitos, pero siempre con la autorización del juez. Lo que investiga ahora la Audiencia Nacional a partir de la 'operación Tándem' es si Villarejo usaba sus contactos en la Policía y en estas empresas -cuyos responsables de seguridad muchas veces son expolicías- para hacerse con datos privados sin control judicial para sus investigaciones particulares por las que luego sacaba un beneficio económico aparte de su sueldo como comisario.
La cita de septiembre entre López del Hierro y Villarejo fue la consecuencia del encuentro anterior mantenido en julio en el despacho de Cospedal y del que 'Moncloa.com' ha venido informando los últimos días. En esa cita se habló sobre el hermano de Rubalcaba, un asunto al que Villarejo se refirió como el “punto débil” del ministro. Añadió que el propio Rubalcaba le pidió que le echase “una mano” unas semanas antes. “Como sabe que yo estoy en la empresa privada, dice: ‘estoy acojonao, macho’. O sea que ese sí es un punto débil que podéis utilizar”. Villarejo se refería a que el ministro sabía de su situación atípica en la Policía a la que volvió en 1993 sin necesidad de renunciar al conglomerado de empresas que levantó durante una década en excedencia.
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En la cita, Cospedal se mostró interesada en Método 3. La secretaria general del PP le dijo al comisario que sabía que esta empresa de detectives había estado investigando al Canal de Isabel II, la compañía que años después sería el epicentro de la ‘operación Lezo’ y que propició el arresto del exvicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González. De lo que se escucha en los audios se deduce además que previamente habían hablado de González y el también exdirigente del PP de Madrid Francisco Granados. Ambos libraron un encarnizado enfrentamiento en la formación autonómica bajo el liderazgo de Esperanza Aguirre.
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Por su parte, Método 3 era una empresa de detectives de Barcelona con una larga trayectoria y muy conocida en los ámbitos de la seguridad del Estado. En el año 2013 fue objeto de una operación policial, que se saldó con el arresto de sus principales responsables, incluido su director, Francisco Marco. Los investigadores entraron en las instalaciones de la empresa y se incautaron de una cantidad ingente de documentación. Había numerosos informes de políticos, empresarios y hasta futbolistas.
Ese mismo año 2013, Francisco Marco publicó un libro titulado ‘El Método’ en el que ofrecía detalles de algunas operaciones en las que había participado como la grabación en el 2010 en el restaurante La Camarga del encuentro entre la exlíder del PP catalán Alicia Sánchez Camacho y la novia de uno de los hijos del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol relatando presuntas actividades corruptas. En ese libro, Marco también decía que fue el Canal de Isabel II y González quienes le habían contratado a él para investigar a rivales políticos dentro del PP.
Volviendo a los audios entre Cospedal y Villarejo, tanto en la cita del despacho en la sede nacional del PP como en los otros encuentros con López del Hierro, Villarejo describe al ministro Rubalcaba como una persona que "cuando ve que está perdiendo, te apuñala". El comisario decía conocerle de haber hecho “maldades" juntos.
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En un momento dado se escucha a Cospedal decirle que entre las fuerzas y cuerpos de seguridad se estaba generalizando el malestar con el ministro. Decía saberlo porque recibía llamadas que así se lo indicaban. Villarejo le dio la razón a ese argumento y le añadió que el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), “que es rojo bermellón”, quería “colgar” a Rubalcaba.
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