“Yo tengo una historia de muchos años en la lucha contra el terrorismo y en la relación con las víctimas”. De este modo ha arrancado el ministro Fernando Grande-Marlaska un alegato ante la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde ha reivindicado su pasado de lucha antiterrorista como juez de la Audiencia Nacional para garantizar que el Gobierno no va a pactar con los presos de la banda terrorista y que los traslados de los reclusos van a ser individuales.
“Es muy difícil que después de 30 años yo me separe de la línea que me he marcado. No hay ningún tipo de pacto ni de pago”, ha dicho expresamente el ministro, quien llegó a ser objetivo de un comando de ETA, que planeó asesinarle. Ha insistido en que no hubiese aceptado el cargo de ministro si tuviese que hacer algo en contra de su voluntad y ha hecho extensible esta postura a la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Si me creen a mi, creen al Gobierno", ha llegado a decir.
“Estamos en 2018 en una realidad distinta con una ETA disuelta por nosotros, no por ellos. Son medidas individualizadas. El traslado va a formar parte del tratamiento penitenciario y no son beneficios penitenciarios. No van a ser colectivos. Hoy ya ponían nombres... pero si aún se está estudiando el tema”, ha explicado ante las preguntas de los grupos de la oposición sobre cuáles serán los criterios a tener en cuenta.
Defensor de la 'Vía Nanclares'
A partir de ahí, el ministro ha pasado al ataque y ha acusado al PP de paralizar y boicotear la llamada 'Vía Nanclares' de la que se ha definido como un “defensor a ultranza”. Aquella fue una estrategia puesta en marcha por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en la que los presos de ETA que rompían públicamente con la banda eran agrupados en una cárcel de Álava. Alcanzó a algo más de una veintena de internos y en la práctica consistieron en arrepentimientos genéricos que luego rara vez se traducía en colaboración en los juzgados para esclarecer casos sin resolver.
“Desde 2012 no solo se paralizó, sino que se boicoteó. Yo sé donde estoy y he estado siempre”, ha reiterado antes de recordar que fue el PP quien hizo los mayores acercamientos de presos ETA: “En el año 96 y 97 fue donde se hicieron los grandes traslados”. “La historia ha sido la que es, unas víctimas y unos victimarios”, ha zanjado.
Concertinas, Ley Mordaza, 'Billy el Niño' o el traslado de los dirigentes independentistas catalanes presos. El ministro ha comparecido este miércoles por primera vez en la Comisión de Interior del Congreso para presentar lo que serán sus líneas de actuación ante los partidos. “Soy un técnico en un Gobierno socialista”, ha arrancado el ministro a modo de presentación para definir la actitud que pretender llevar en el Departamento.
Ley Mordaza
Tras una primera comparecencia que varios grupos tildaron de vacía, el ministro ha entrado de lleno en los temas más polémicos por los que le han preguntado como la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza por sus detractores. Ha sido Podemos por medio de su portavoz Ione Belarra por las sanciones “raperos y periodistas”. Grande Marlaska ha tomado el guante y ha dicho que “se pueden conseguir acuerdos importantes de los que va a derivar que esos procesos sancionatorios puedan archivarse”. Ha insistido en “la urgencia" de la modificación de la Ley para “garantizar el derecho de reunión”.
Sobre las concertinas que él mismo anunció que retirará, ha comentado que “visualmente ver a una persona ensangrentada, rota, a nadie le gusta” y ha dicho que se están estudiando medidas que tengan el mismo nivel de seguridad para proteger las fronteras, pero no ha concretado cuáles.
'Billy el Niño'
En cuanto a la futura retirada de las medallas concedidas al policía González Pacheco, alias 'Billy El Niño', acusado de torturas, el ministro ha defendido que “una condecoración es hacia conductas ejemplares” y ha reconocido que este caso le ha permitido conocer que estos reconocimientos se rigen por una ley que data del año 1964 por lo que no ha descartado su modificación. Grande-Marlaska ha puesto como ejemplo la política de condecoraciones que se usa en Francia, con posibilidad de reconocimientos al mérito civil.
El ministro ha asumido la mejora salarial para policías y guardias civiles que pactó el anterior Gobierno, pero no ha podido concretar la fecha en la que se hará efectivo. “No va a ser más tarde de lo que había fijado el anterior Gobierno”, ha garantizado. Se ha referido al narcotráfico en el sur de la Península como una de sus principales preocupaciones. Tal y como informó Vozpópuli ha solicitado informes al respecto a Policía y Guardia Civil y se ha referido a un incremento de fuerzas de seguridad a la zona.