Fuentes conocedoras de la situación aseguran que la responsable de la concejalía de Urbanismo, Pilar Martínez, despachó el asunto de las valoraciones con una remisión a una serie de criterios técnicos supuestamente empleados por el Ayuntamiento para estos casos y de los que la oposición fue convenientemente informada en su día, algo que no está en el recuerdo de los responsables de PSOE, IU y UPyD.

Las mismas fuentes aseguran que tanto el Ayuntamiento como el Real Madrid se agarran al clavo ardiendo de que el convenio del pasado 29 de junio viene a sustituir a dos que se firmaron con anterioridad (1991 y 1998), que fueron incumplidos, cada uno de ellos por una de las partes. En aquellos momentos, ni la alcaldía estaba en manos de Gallardón ni la presidencia del Real Madrid en las de Florentino Pérez.

La oposición no salió satisfecha del encuentro y algunos grupos se plantean votar en contra de la operación cuando se lleve al pleno municipal. Sin embargo, son plenamente conscientes de que generar una batalla política en torno al convenio les podría generar muchos perjuicios ya que sería ir en contra de los intereses del Real Madrid, que cuenta con una numerosa legión de seguidores en toda España y particularmente en la capital.

“Desde el punto de vista político, no supone ningún rédito, al contrario”, señalan desde el entorno de los grupos opositores.