La oficina estadística francesa también se pronuncia en la misma línea respecto a la economía italiana, aunque estima que la caída de su Producto Interior Bruto (PIB) será inferior a la del español, un 0,1% en el segundo semestre del año.
El INSEE destaca que en el contexto generalizado de ralentización de la actividad económica existen marcadas diferencias entre países que aún se pueden observar en la eurozona. Así, explica que la actividad se estancó en Alemania y Francia en el segundo trimestre del año, debido a una fuerte caída del consumo de los hogares, mientras que el crecimiento fue bajo en España e Italia.
Sin embargo, prevé que, a diferencia de las economías española e italiana, Alemania y Francia crezcan un 0,3% en el tercer trimestre y que el repunte de la demanda doméstica en ambos países mantengan la actividad en el conjunto de la eurozona. "En cambio, en un entorno muy incierto, las inversiones en bienes de capital está previsto que descienda", añade.
Respecto a la economía francesa, el instituto ha reducido su previsión de crecimiento para 2011 desde el 2,1% hasta el 1,7%, ya que ha constatado que las perspectivas de crecimiento se han deteriorado "considerablemente" durante el verano y hacen prever un estancamiento en el último trimestre del año.
En esta línea, destaca que el verano de 2011 se ha visto afecto por un nuevo incremento de la incertidumbre y en el entorno económico se ha deteriorado "fuertemente" en las economías avanzadas, alimentado por las preocupaciones en torno a la crisis de deuda soberana en Europa y al límite de déficit en Estados Unidos.
Por otro lado, el informe también advierte de que, debido a la débil demanda de productos franceses, especialmente en España e Italia, las exportaciones francesas no es probable que crezcan de forma sustancial en la segunda mitad del año.