Taub, que expuso estas consideraciones en el Congreso Mundial de Sistemas de Transporte, explicó que los avances en tecnología para la autonomía de los vehículos se están centrando hasta la fecha en los sistemas de seguridad.
Así, los principales elementos desarrollados son sensores, radares, dispositivos portátiles de comunicación, GPS y cámaras. Todos ellos proporcionan información crítica al conductor y al ordenador del automóvil.
Estos desarrollos tecnológicos se podrán combinar con mapas digitales, de forma que la misma tecnología propiciará que los ordenadores se concentren en la conducción de los vehículos, mientras los conductores se dedican a otros asuntos.
"El objetivo prioritario es la seguridad. Las futuras generaciones de sistemas de seguridad eliminarán los coches, intercediendo en beneficio de los conductores incluso aunque éstos no se percaten de una situación peligrosa", añadió Taub.