Estas declaraciones parecen dirigidas a las preocupaciones de los críticos del Kremlin acerca de la posibilidad de que las autoridades manipulen el voto en favor del partido gubernamental y de que la vuelta de Vladirmir Putin a la presidencia pudiera empeorar las relaciones con Occidente.
Medvedev encabezará la lista de Rusia Unida en las elecciones del 4 de diciembre como parte del "intercambio de puestos" con Putin, que actualmente es primer ministro del país y que se presentará a la presidencia en marzo. Putin ya ocupó ese cargo entre 2000 y 2008.
"Estoy seguro de que habrá una victoria (para Rusia Unida) y que será conseguida por los medios legales", ha dicho Medvedev. El anuncio del mes pasado ahondó las críticas entre diversos sectores de la ciudadanía, que consideraron que tienen poco que decir en la política del país.
Putin y Medvedev han recalcado que los votantes son libres para usar sus votos en las elecciones para rechazar sus planes. Un sondeo publicado por la empresa independiente Levada en el mes de julio mostró que la mayoría de los participantes consideraban las elecciones de diciembre "como una imitación de proceso, ya que la distribución de los escaños será determinada por las autoridades".
Medvedev ha subrayado además que los temores sobre que el retorno de Putin a la Presidencia podría significar un marco político al estilo soviético y un estancamiento de la economía son infundados. "No vamos a volver atrás. La gente está preocupada (...) ¿Están avanzando o se están estancando? Las comparaciones se hacen con el periodo de Breznev (que presidió la Unión Soviética entre 1964 y 1982). Todas esas comparaciones están fuera de lugar", ha apostillado.
"No podemos llevar a cabo la modernización sin el apoyo de otros países. Un telón de acero nunca ayudó a nadie", ha dicho Medvedev.