En 1996, el ex secretario general de Comisiones Obreras (CC OO) Antonio Gutiérrez escenificó con su reelección en el VI Congreso la ruptura de esta central con el PCE. Se acabó eso de pedir el voto, se acabó eso de ser la correa de transmisión del partido. La alargada sombra de Marcelino Camacho produjo que CC OO fuese uno de los últimos en Europa en perder aquella vitola de “sindicato de orientación comunista”. Por aquel entonces, IU tenía más votos que nunca bajo la égida de Julio Anguita y, dos años antes, CC OO había salido triunfal de una huelga general convocada junto a UGT durante la primera era socialista.
Quince años después, Gutiérrez, diputado malogrado, está a punto de dejar la bancada del PSOE, los sindicatos se hallan en franco retroceso e IU tiene menos diputados que nunca (dos). Quizás por eso, y también porque todo lo anterior se ha producido durante el segundo periodo del socialismo, ayer los actuales líderes de CC OO e IU, Ignacio Fernández Toxo y Cayo Lara, simbolizaron en una rueda de prensa conjunta el reencuentro de ambas partes. Lo hicieron a días del 20-N y a la vez que un desangelado Cándido Méndez (UGT) se reunía con Alfredo Pérez Rubalcaba.
Las palabras de Toxo, que rige un sindicato de 1,2 millones de afiliados, fueron reveladoras: “Tradicionalmente, CC OO no llama a votar a nadie. Aquí conviven personas de diversas tendencias. Solo pedimos a nuestros afiliados que el voto sea coherente con lo que defiende el sindicato”. Y ocurre que el sindicato lleva tiempo posicionado contra las tesis del Gobierno, a saber: reforma laboral, techo al déficit, austeridad y muchas otras últimamente.
“Existe un alto grado de confluencia”, añadió el dirigente sindical. “Y no solo ahora. Hace tiempo que ambas formaciones pedimos un gran pacto por el empleo, una reforma fiscal profunda, una defensa de los soportes del bienestar o una tasa a las transacciones financieras”. Y Cayo Lara, pícaro, dejó caer que "España no estaría en esta situació"n si se hubiese escuchado a IU y a los sindicatos de clase, "particularmente a CC OO”.
Simultáneamente, el secretario general de UGT se veía las caras con Alfredo Pérez Rubalcaba. Cándido Méndez cargó contra el PP, pero no pidió, como en anteriores ocasiones, el voto al PSOE. Aunque tampoco Toxo es Marcelino Camacho.