José María Castellano ha decidido dar un giro radical a la forma de hacer negocio de Novagalicia. La entidad se diversificará ahora en tres entidades con el firme propósito de demostrar que no acabará subastada como el resto de los bancos nacionalizados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a pesar de la inyección de más de 2.400 millones de ayudas públicas. Las tres patas de la nueva Novagalicia están compuestas por la banca minorista; las nuevas tecnologías, con especial incidencia en Internet, y un 'banco malo', que gestionará la venta de todos los activos tóxicos inmobiliarios, carteras de préstamos hipotecarios y las participadas de la entidad. Cada una de las patas contará con su propia estructura directiva y operativa.
Novagalicia continuará en Galicia, donde su cuota de negocio es del 54%, León y Asturias aplicando el mismo modelo de negocio con el que opera actualmente. Oficina tradicional, dedicada a la gestión de clientes minoristas, con el gran objetivo de darle un carácter gallego a la entidad, como gran estandarte de futuro. De hecho, Castellano tiene previsto dar entrada en diciembre la primera tanda de inversores privados que recomprarán parte del 93% de acciones que actualmente están en poder del FROB. La gran parte de estos institucionales serán empresarios gallegos afincados en Galicia y en el exterior.
Mientras, César González Bueno, nuevo consejero delegado, ha dejado su gran marca en la gestión de la entidad fuera de su principal áera de influencia. El ex responsable de ING España potenciará Novagalicia en el resto de España, a través de internet, tomando el modelo del banco naranja, como adelantó Vozpópuli, el pasado sábado. Para ello, la entidad lanzará próximamente al mercado una competitiva oferta de productos de inversión y ahorro que se moverá en las cifras del banco holandés y el resto de banca vía web. El banco gallego complementará esta nueva forma de negocio, bajo el nombre de NGB, con las oficinas que tienen diseminadas por el territorio.
"Es la única forma que tenemos de ganar cuota en el resto de España. Además, el perfil de nuestros clientes fuera de Galicia es eminentemente urbano, con lo que las nuevas tecnologías nos va a acercar mucho más a ellos", aseguran desde la entidad. De hecho, la presencia de Novagalicia, en comunidades como Madrid, Cataluña o Levante, no llega al 1%.
Castellano ha convertido la tercera pata de la entidad en una unidad de venta, denominada Unidad de Gestión de Activos Singulares (UGAS). Operará como 'banco malo' aglutinando todos los activos adjudicados de la entidad, además de la cartera de morosos. Como sucede en Banco Financiero y de Ahorro (BFA), la matriz de Bankia, esta entidad nociva también tendrá en su balance las participaciones industriales del banco, que compensarán con sus posibles plusvalías todas las pérdidas provenientes del ladrillo.
Desestimada la vía judicial
Por otra parte, Novagalicia ha desestimado la vía judicial para reclamar la devolución de las millonarias indemnizaciones a cuatro ex directivos de la entidad. "Legalmente no podemos reclamar porque se ajustan a derecho», aseguró ayer Castellano, quien no obstante ha considerado que «el que sean legales no significa que sean éticas las indemnizaciones».
Así se lo han hecho saber a las cinco personas implicadas, entre ellas Javier García de Paredes, que ya ha devuelto gran parte de su retribución, y José Luis Méndez. Méndez tenía un contrato en virtud del cual, tras abandonar la caja, podía estar cinco años en consejos de administración y, en el caso de ser apartado de esos consejos, tenía derecho a una indemnización equivalente a tres años de las dietas, entre otras condiciones. Ya no cuenta con emolumentos, compensaciones o retribuciones por esos tres años, ha detallado Castellano, quien ha indicado que Méndez irá saliendo de los consejos de administración antes de que finalice el año.
La entidad negocia con José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez, ex directores generales en diferentes áreas de Novacaixagalicia, la devolución de una cantidad sustancial de los más de 28 millones que percibieron por su salida de la entidad.