Tras una batalla interminable, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que nunca dio su brazo a torcer, se ha impuesto a las eléctricas. Motivo: el apagón que afectó a unos 350.000 barceloneses en julio de 2007. Más de cuatro años después, Fecsa-Endesa y Red Eléctrica de España (REE) tendrán que abonar a 250.000 usuarios (el 70%) una indemnización que oscilará entre 100 y 150 millones de euros.
Así lo comunicará la OCU hoy en una nota de prensa, según ha podido saber Vozpópuli. Hace un año, la Audiencia de Barcelona ya emitió una sentencia favorable a esta organización que obligaba a pagar hasta 300 euros a aquellos que padecieron el corte de electricidad durante 36 horas.
Endesa y REE recurrieron, y el asunto se adormeció un año más. La sentencia de ahora es firme, y según la OCU, que ha gestionado la defensa de los afectados todo este tiempo, debería empezar ya a ejecutarse. El monto será superior al de 2010 por los intereses de la demora: según los representantes de los consumidores, éste se elevará “un 10% sobre la facturación del año anterior”.
Los 100.000 residentes de Barcelona perjudicados que no forman parte de los indemnizados, o bien ya recibieron su parte (80.000) o bien aceptaron en su día lo que las eléctricas les ofrecieron. El apagón de verano de 2007 afectó a nueve de los diez distritos de la ciudad, algunos durante muchas horas.