El ministro de Presidencia del Reino y Asuntos Generales de Marruecos, Nízar Baraka, felicitó ayer a Mariano Rajoy por su triunfo electoral, según informaron fuentes populares. De este modo volvía a ponerse de manifiesto la buena marcha de unas relaciones que no siempre fueron fluidas con el PP y casi rozaron la catástrofe en la época de José María Aznar, con la invasión, por parte de Marruecos, de la isla de Perejil.
Rajoy ha intentado engrasar la interlocución con el país alauí, el que siempre visitan en primer lugar los nuevos presidentes del Gobierno español, conscientes de la importancia de mantener unas buenas relaciones de vecindad a pesar de las reivindicaciones históricas sobre el Sáhara, Ceuta y Melilla. Baraka fue invitado a la convención programática que los populares celebraron los días 7 y 8 del pasado mes de octubre en Málaga. Entonces trasladó Rajoy la invitación del monarca marroquí, Mohamed VI, para visitar Marruecos antes de las elecciones, propuesta que declinó éste, según adelantó Vozpópuli.
Todavía no está decidido si el primer viaje que haga Rajoy tendrá como destino Marruecos una vez sea investido presidente del Gobierno. Su primera cita internacional tendrá como escenario la localidad francesa de Marsella, donde se celebra los días 7 y 8 de diciembre congreso del Partido Popular Europeo (PPE) y a donde acude con la idea de mantener contactos bilaterales con Angela Merkel y con Nicolás Sarkozy, aunque para entonces todavía no será jefe del Ejecutivo.
A las conversaciones mantenidas con Baraka, Merkel, Sarkozy o Cameron, se unen las felicitaciones que recibió del presidente de Perú, Ollanta Humala, o del siempre controvertido presidente de Bolivia, Evo Morales.