En un artículo que publica hoy el diario "The Times", Cameron insistió en las declaraciones que ya hizo anoche cuando amenazó con vetar un nuevo Tratado de la Unión Europea (UE) si no incluye garantías para el Reino Unido, en alusión a los intereses de la City o centro financiero de Londres.
"Nuestros compañeros en la UE deben saber que no apoyaremos un cambio en el Tratado que no proteja nuestros intereses", dijo.
"Los miembros e instituciones de la eurozona deben tomar todas las medidas que sean necesarias para evitar una segunda crisis del crédito", apuntó Cameron, quien destacó además que el Reino Unido apoya que exista "un gran cortafuegos que evite el contagio, al igual que unos bancos bien capitalizados".
El primer ministro conservador se ve presionado por los diputados más euroescépticos de su partido, que le reclaman un referéndum si hay un cambio en el Tratado de la UE, a lo que él se opone argumentando que no supondría cambios en la soberanía británica.
Alemania y Francia promueven un nuevo Tratado que impulse el rigor fiscal, de forma que habría "sanciones automáticas" contra los países que incumplan la regla de limitar al 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) su déficit público.
En el artículo, Cameron dijo hoy que Europa debe funcionar "con la flexibilidad de una red y no con la rigidez de un bloque", e insistió en que el problema principal de la eurozona es "de competitividad, de "países con grandes déficits comerciales junto a Alemania, que tiene un elevado superávit comercial".
Al tiempo, respaldó la posición alemana de que se precisa "una mayor disciplina fiscal" y una "mayor coordinación fiscal en la eurozona para restaurar la confianza de los mercados y evitar que se vuelvan a generar deudas y déficits imposibles de manejar".
En este contexto, el "premier" británico señaló que un cambio en el Tratado de la UE sería "la forma más creíble de decidir fuertes sanciones para garantizar que los países de la eurozona cumplen las normas sobre la deuda".
"Si estamos cambiando un Tratado que afecta a todos los estados miembros de la UE y permitiendo que los países de la eurozona tengan nuevas normas, es importante que haya reglas que mantengan un mercado único justo y abierto para industrias clave del Reino Unido, incluidos los servicios financieros", añadió.
Cameron ya dijo ayer que no firmará "un tratado que no tenga esas salvaguardas en torno a asuntos como, por supuesto, la importancia del mercado único y de los servicios financieros".
Entre otras reticencias, el Reino Unido se ha opuesto siempre a cualquier imposición fiscal sobre las transacciones financieras por entender que dañaría a los bancos de la City y teme una deslocalización de operaciones y empresas a terceros países.