El Dow Jones de Industriales, la principal referencia del parqué neoyorquino, consiguió reconquistar la simbólica barrera de los 12.000 puntos que había perdido la jornada anterior al cerrar hoy con una subida del 1,55 % ó 186,56 puntos y quedar en las 12.184,26 unidades.
Ese indicador consiguió acumular así un avance del 1,37 % durante estos cinco días, lo que supone su segunda subida semanal consecutiva después del impresionante ascenso del 7,01 % de la pasada semana.
Los otros dos principales indicadores de Wall Street también cerraron hoy con fuertes subidas, del 1,69 % en el caso del selectivo S&P 500 y del 1,94 % en el del índice compuesto del mercado Nasdaq, aunque sus ascensos semanales son más moderados que los del Dow: del 0,88 y del 0,76 %, respectivamente.
Desde el lunes el punto de mira de todos los inversores se había colocado en la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) de Bruselas de este viernes, una cita crítica que se había visto como la última oportunidad para poder salvar al euro y evitar sucumbir ante la crisis de deuda.
A principios de semana las expectativas sobre la crucial cita de Bruselas habían impulsado a Wall Street, pero a medida que se fue acercando la hora de la verdad un tenso compás de espera se hizo con el parqué neoyorquino, que no supo encontrar una dirección clara durante dos jornadas consecutivas.
El jueves esa indecisión fue sustituida por un claro desánimo, en gran medida infundido por el rechazo del Banco Central Europeo de comprar deuda soberana de países con problemas de la zona euro de forma masiva como se había rumoreado en los mercados, por lo que las expectativas sobre la cumbre de hoy no hizo más que decaer y el Dow Jones perdió la simbólica barrera de los 12.000 puntos.
Con ese peso a sus espaldas, los inversores neoyorquinos no pudieron más que celebrar desde el primer minuto de las contrataciones el pacto, imperfecto pero ambicioso, alcanzado por la mayor parte de los países de la UE, a excepción del Reino Unido, que decidió autoexcluirse en apoyo de la City londinense.
En esa esperadísima cumbre, la UE acordó un conjunto de ideas para imponer una estricta disciplina presupuestaria de los países de la moneda única, con la puesta en marcha de la "regla de oro" y su inclusión en las constituciones o legislaciones similares, así como la implementación de sanciones a los países que excedan los límites de déficit.
Además, en la cita finalmente se aprobó combinar el fondo de rescate temporal, dotado con 440.000 millones de euros (250.000 millones de euros si se descuentan los rescates a Grecia, Portugal e Irlanda), y el permanente, de 500.000 millones de euros y cuya puesta en marcha se adelantará un año.
La ampliación del cortafuegos contra la crisis y las otras medidas acordadas en el Viejo Continente consiguieron tranquilizar al parqué neoyorquino, que ha sufrido la crisis de deuda del otro lado del Atlántico con algunos de los meses más volátiles de su historia.
El pacto también se celebró en las principales plazas financieras europeas, donde Milán subió un sólido 3,37 %, París el 2,48 %, Madrid el 2,23 % y Fráncfort el 1,91 %, mientras que Londres rebajó las ganancias hasta el 0,83 %.
A pesar de que todas las miradas estuvieron hoy concentradas en Europa, el ánimo comprador de la jornada se afianzó gracias a los datos sobre la confianza de los consumidores estadounidenses, que aumentó en diciembre hasta su nivel más alto desde junio, según la Universidad de Michigan.
Además, el déficit de la balanza comercial de Estados Unidos disminuyó un 1,6 % de septiembre a octubre a 43.466 millones de dólares, el más bajo del año y que debería contribuir al crecimiento del Producto Interior Bruto estadounidense.
El lunes que viene, los inversores tratarán de dar continuidad a la racha alcista de las dos últimas semanas cuando se conozcan los resultados trimestrales de la empresa de mensajería FedEx y la esperada llegada a Wall Street del desarrollador de juegos online Zynga.
