Pese a que la hoja de ruta del PSOE dicta que “primero son las ideas y luego las personas”, Alfredo Pérez Rubalcaba tiene ya un nuevo cuadro de colaboradores con el que pretende encarar la nueva etapa. Pese a que esa hoja de ruta también dicta que no se abjura de la época Zapatero, Rubalcaba está perfilando un equipo que rompe casi totalmente con el Ejecutivo anterior y en el que casi todos los hombres del Presidente se quedan fuera. Hay un cambio absoluto del equipo de Zapatero que busca, según su entorno, un relevo político y generacional. “Rubalcaba es plenamente consciente de que necesita un equipo mayoritariamente joven y que no haya tenido responsabilidades de primera línea”, aseguran sus colaboradores más cercanos.

La estructura del nuevo organigrama se está constituyendo en círculos concéntricos en torno a un núcleo que tiene junto a Rubalcaba a Elena Valenciano (51). Se ha convertido en su jefa de campaña tras acumular  experiencia internacional como eurodiputada y Secretaria de Política Internacional del PSOE pero –sobre todo—es la persona que puede servir de enlace con todas las familias de poder socialistas: viene de la cultura felipista (fue parte del equipo de Borrell y Blanco), mantiene una excelente relación con Zapatero y sus colaboradores (con la ventaja de no haber formado parte de ellos) y –además—es mujer, una baza política que el nuevo equipo quiere jugar. Su perfil destaca que ha sido coordinadora en España del Lobby Europeo de Mujeres y presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes entre 1984 y 1990. Hasta tal punto puede ser un activo político que su vinculación al feminismo ocupa uno de los cinco párrafos de su biografía oficial en la página del PSOE.

En torno a ese núcleo, se constituye un segundo círculo de poder con tres nombrs destacados: Antonio Hernando (44), Óscar López (38) y Pedro Sánchez (39). Aunque formalmente no hay reparto de áreas, Hernando y López son quienes están coordinando el contacto con las federaciones regionales. Su papel es clave no sólo porque pueden pulsar el nivel de apoyos a una eventual candidatura de Rubalcaba antes del congreso del partido, sino también y sobre todo, porque serán los encargados de coordinar la oposición autonómica a partir de 2012. El diputado por Madrid, Pedro Sánchez, es el tercer elemento en ese círculo. Su especialización económica le convierte en una pieza clave del nuevo engranaje, en una legislatura en la que la crisis económica seguirá siendo uno de los elementos centrales del partido de la oposición.

En un tercer anillo, la nueva estructura deja nombres menos conocidos pero que personalizan el relevo generacional. Los más notables, de hecho, han salido de la cantera de Juventudes Socialistas. Entre los más cercanos a Alfredo Pérez Rubalcaba están quien a día de hoy es su Secretario General, Sergio Gutiérrez (31) y quien fue secretaria de organización de Juventudes entre 2000 y 2003 , Laura Seara (36). Seara ha sido Secretaria de Estado de Igualdad y cabeza de lista por Ourense. Ese “círculo exterior” lo completan María González (32), encargada de innovación y nuevas tecnologías y dos mujeres que representan el enlace con dos federaciones clave: la de Andalucía y la de Madrid. Susana Díaz, Secretaria de Organización del PSOE de Andalucía y Ángeles Álvarez (50), en la actualidad Secretaria de Acción Electoral de la Ejecutiva Regional del PSM-PSOE, una de las pocas federaciones en las que su líder, Tomás Gómez, ha insinuado un apoyo claro a otras alternativas a Rubalcaba.
 

Los enlaces de la órbita Rubalcaba

Esa estructura de círculos concéntricos constituye la guardia más cercana al candidato. Serán quienes constituyan su ejecutiva si –como adelantan sus partidarios y colaboradores—Rubalcaba se hace con la Secretaría General y se impone a Carme Chacón en el congreso del Partido Socialista.

Pero a esa estructura, Rubalcaba ha sumado ya tres enlaces de cara al exterior con las que coordinar sus políticas con tres poderes externos: el poder sindical, el poder territorial del partido y su poder parlamentario.

-- El contacto con los sindicatos lo mantendrá Valeriano Gómez. Ex ministro de Trabajo y todavía afiliado a la UGT, Gómez está ya en contacto con los agentes sociales de cara a la reforma del mercado laboral que el PP plantea. Gómez es la excepción a la regla de ruptura con el pasado gobierno Zapatero. De hecho, en torno a él se suman los pocos nombres que pueden tener continuidad dentro del nuevo grupo, entre ellos la diputada Inmaculada Rodríguez Piñero y el director de la Fundación Ideas, un joven y respetado economista, Carlos Mulas.

-- La relación con el poder territorial del PSOE queda en manos de uno de los barones, Patxi López. Pese a las especulaciones en torno a su pulso a Rubalcaba, el líder de los socialistas vascos será uno de los hombres fundamentales en la relación de la nueva estructura de poder con las diferentes oposiciones territoriales. Al menos hasta 2015, nadie cuestiona su lealtad a Rubalcaba.

-- Por último, el enlace con el poder parlamentario queda en manos de Eduardo Madina. Él será el encargado de trasladar a la cámara el trabajo de toda esta estructura de poder y de escuchar a los equipos de trabajo.

Rubalcaba rompe así con el zapaterismo aunque quizá no con el felipismo, puesto que sus colaboradores más cercanos subrayan que mantiene contactos habituales con Felipe González, Javier Solana y Juan Antonio Griñán, así como con exministros como Cristina Narbona o Jesús Caldera, a los que se ha integrado ya en distintos equipos de trabajo.

Leire Pajín fuera de todos los círculos

Leire Pajín queda fuera de ese esquema, aseguran fuentes del nuevo equipo, no sólo por su cercanía a Zapatero la responsabilidad que asumió como Ministra de Sanidad sino, sobre todo, por su apuesta por Carme Chacón. La exministra ha asegurado que "hay que construir proyectos y cuando tengamos ese debate ya abordado, hablar de las personas", pero fuentes socialistas aseguran que ha comenzado ya a recabar apoyos para Carme Chacón, lo que la deja fuera del nuevo equipo.