No quieren hacer oficialmente una valoración de las palabras de ayer de Mariano Rajoy durante el debate de investidura en relación al mayor problema que arrastran, el cobro del déficit de tarifa (desajuste porque el coste de producción de la energía es mayor a los ingresos que reciben vía tarifa), porque la incertidumbre es total.

Rajoy lanzó ayer un par de mensajes que el sector eléctrico prefiere ponerlos a madurar. Por un lado, dijo que quiere luchar para frenar este déficit de más de 22.000 millones reduciendo los costes medios regulados, pero sin embargo, advirtió que ninguna tecnología de producción se quedaría fuera y las decisiones se tomarán “sin demagogia”.

Con esto reafirma su política de apoyo a la nuclear (Endesa e Iberdrola) pero no aclaró cómo se puede reducir costes y apostar por todas las tecnologías. Queda en el aire si seguirá la apuesta de las grandes eléctricas, que en los últimos meses han defendido las primas a la eólicas, frente a los intereses de ACS, Acciona y Abengoa, que apuestan por la energía termosolar, más cara y menos madura.

¿Congelará la luz?
Además, por otro lado, Rajoy fue políticamente correcto y dijo que quiere evitar que las subidas de la luz recaigan “íntegramente sobre los consumidores y que siga castigando la competitividad de la economía española, por las malas decisiones regulatorias”. “¿Abre la puerta a que las eléctricas también asuman su parte? Esto significa una no subida de la luz”, dicen en el sector. De hecho, ayer se daba por hecho que Industria y Partido Popular han acordado ya congelar la Tarifa de Último Recurso, lo cual redundará en un mayor déficit de tarifa.

Con este punto de partida, el margen del futuro Gobierno se reduce a subir o bajar los costes regulados en función del resultado de la subasta da luz que hoy se celebra, que determina el coste de la luz. Peajes y precio de la luz ponderan en un 50% en el recibo de la luz, por lo que si la puja se cierra con alzas, el futuro Gobierno bajará los peajes regulados, o viceversa. El resultado final se verá el 30 de diciembre.

Pese a estas incertidumbre, Rajoy abogó ayer por una nueva regulación energética ya que en su opinión el sector eléctrico no funciona bien en nuestro país.