Los accionistas del aeropuerto de Ciudad Real conocieron en la tarde del martes de primera mano la dura situación en la que se encuentra la sociedad. La junta de CR Aeropuertos aprobó en la reunión las cuentas correspondientes a los ejercicios 2009 y 2010, que reflejaban pérdidas conjuntas por valor de 153 millones de euros. A esta cifra hay que añadirle los números rojos de 2011, que rondarán los 25 millones, de acuerdo con estimaciones de fuentes conocedoras de la situación.

Además, el endeudamiento de la sociedad se sitúa en algo más de 340 millones de euros, una cifra superior a la que se reflejó en el informe de la administración concursal, que por entonces estimaba el endeudamiento de CR Aeropuertos en 292 millones de euros.

En cualquier caso, la papeleta es ahora para el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que ayer tomó posiciones como el principal accionista de la compañía, con una participación del 36,6%, la que sumaban en su día la intervenida Caja Castilla-La Mancha y su corporación industrial.

Durante la junta de accionistas el consejo de CR Aeropuertos fue destituido en su totalidad y fue nombrado uno nuevo en el que el FGD cuenta con cinco representantes de los nueve que componen el organismo ejecutivo de la compañía. Tan sólo dos de los consejeros que formaban parte del organismo fueron reelegidos.

Discrepancias con el FGD

En la actualidad, el aeropuerto de Ciudad Real, uno de los principales proyectos de aeródromos privados de España, con un coste estimado en casi 600 millones de euros, se encuentra con su actividad paralizada por decisión judicial mientras que CR Aeropuertos se encuentra en concurso de acreedores. Estas circunstancias habían hecho inviable la presentación de cuentas de la compañía correspondientes a los dos últimos años.

Estas cifras dejan el futuro del proyecto completamente en el aire en tanto en cuanto el FGD no llevó a la junta de accionistas ningún plan concreto para tratar de reflotar la infraestructura. Mientras, algunos de los accionistas de CR Aeropuertos acusan al FGD de torpedear todas las alternativas que se han propuesto para intentar mejorar la situación, entre las que se encuentran el alquiler de los terrenos de la instalación o una eventual venta.

Sin embargo, por el momento tan sólo ha llegado una oferta, realizada por Healer Logic, filial de la dubaití Saira Group, por una cuantía de 110 millones de euros. No obstante, fuentes conocedoras de la oferta aseguran que ésta no es lo suficientemente sólida para que constituya una solución para la compañía.

Las cifras presentadas anteayer en la junta de accionistas no dejan lugar a las dudas. De no mediar medidas urgentes, el aeropuerto de Ciudad Real está condenado a desaparecer.