Ante tanto plan de ajuste y problemas de liquidez, las comunidades autónomas han cerrado el grifo, incluso en lo que a su propia promoción turística respecta. Tan sólo hay que echar un vistazo a la presencia de éstas en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) frente a otras ediciones en las que no escatimaron ni un euro en promocionar sus atractivos.
En conjunto, las autonomías han disminuido en un 7 por ciento la superficie que ocupaban en 2011 en el recinto ferial madrileño, lo que ha sido la causa principal de que Fitur cuente con 10.000 metros cuadrados menos de moqueta en esta edición.
Las mayoría de las comunidades han hecho de "la austeridad" su principal criterio a la hora de abordar esta cita, en una semana precisamente en la que el Gobierno y las autonomías sellaron un compromiso de Estado por la estabilidad presupuestaria en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
La Región de Murcia prescinde de sus 200 metros de imágenes y estantes y se reduce a una sala de trabajo, con una cafetería repleta de sillas y mesas. La Comunidad Valenciana ha rebajado en un 43 por ciento la zona que ocupa en la feria y ha pasado de los 4.778 metros cuadrados a los 2.707 de este año, lo que supondrá un ahorro de 162.000 euros.
El espacio de Castilla-La Mancha tampoco se ha librado del recorte y se han alquilado 2.500 metros cuadrados menos, quedando reducido a 520, la extensión más baja de la última década.
El Gobierno autonómico también ha convenido en no hacer presentaciones in situ y elaborar un programa más austero que en otras ocasiones, lo que ha supuesto un ahorro de 850.000 euros.
Con un 31% menos de presupuesto cuenta este año Cantabria para este escaparate turístico, cuyo ahorro se debe principalmente al ajuste aplicado a los actos del Día de Cantabria y que ha sustituido la cena de 66.000 euros con autoridades en Madrid por un cóctel.
El Ejecutivo regional también ha destacado que consigue bajar la inversión promocional con gestos como reducir en un 60 por ciento las facturas para alojamiento y en un 50 por ciento las dedicadas al transporte.
El Gobierno extremeño ha defendido que este año su sección estará en un sitio más visible, pero debido a su plan de austeridad ha apostado por reducirlo a la mitad y dedicar un 32 por ciento menos a la partida para Fitur.
Asimismo, se han buscado nuevas fórmulas para reducir las cifras, como ha sido el caso de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, que se han presentado conjuntamente por primera vez en la feria y han conseguido gastar un 20 por ciento menos.
Las restricciones presupuestarias también se han extendido a Cataluña, que este año desembolsará 700.000 euros, lo que supone un 25 por ciento menos.
Andalucía se vende como destino turístico estos días con un expositor de igual superficie que el año pasado (6.139 metros cuadrados) y extiende sus actividades a más espacios, pero ha visto mermado su monto para el evento en un 12,7 por ciento.
Los nuevos aires han llegado de la misma manera a Asturias, que ha buscado una orientación más comercial y ocupa 130 metros cuadrados menos en el recinto madrileño.
El ahorro del Gobierno de Francisco Álvarez Cascos se debe a la supresión de grandes actos institucionales y la colaboración con asociaciones del sector asturiano para el servicio de información turística.
En esta apuesta por el ahorro y la eficiencia, Canarias reutiliza en Madrid el pabellón con el que se presentó en el World Travel Market de Londres y que ubicará posteriormente en la feria de Berlín.
El Ejecutivo del archipiélago ha disminuido en 3.000 euros su participación, con una ubicación de 1.825 metros cuadrados que persigue fundamentalmente recuperar el mercado nacional, que se ha visto afectado por la crisis económica.
Más suerte han corrido los espacios de La Rioja y Navarra, cuyos gobiernos han mantenido el alquiler de los cerca de 500 metros cuadrados que ocupan estos días.