Las fábricas de Pomigliano, Cassino, Melfi, Mirafiori y Sevel Val di Sangro están paradas desde el martes por la mañana y lo estarán el resto del día por la falta de componentes. Una escasez debida a la huelga de los transportistas italianos.
La huelga de los camionerosarrancó la noche del domingo al lunes, en protesta por los altos precios del combustible y las reformas liberalizadoras del Gobierno Monti. La convocatoria está inspirada en la huelga que ha paralizado Sicilia la semana pasada y que ha provocado bloqueos en todo el país. Massimo Crepaldi, un camionero de 46 años, ha muerto esta mañana en lo que parece ser un accidente de circulación durante la manifestación en la que participaba en la región de Asti (Piemonte), en el norte de la península. Al parecer, Crepaldi ha sido atropellado por otra camionera alemana de 52 años, que ha sido detenida.
La Coldiretti, uno de los principales sindicatos de agricultores italianos, acusa a los huelguistas de poner en peligro los productos alimentarios perecederos (leche, fruta, verdura, flores) por valor de más de 50 millones de euros al día. Los camioneros transportan normalmente el 90% de las mercancías en Italia, el 10% siendo productos perecederos.
Mientras, el Ministerio del Interior amenazaba con sanciones, los transportistas han seguido pidiendo la instauración de un gasóleo profesional y un peaje reducido. Se prevé que las movilizaciones contra los recortes y reformas impulsados por el Gobierno aumenten en los próximos días, toda vez que las iniciativas afectan a muchos sectores, como el ferroviario, las estaciones de servicios, las farmacias y los abogados, colectivos todos ellos que ya han anunciado protestas por las decisiones de Monti.