El PP ha lanzado a los suyos la consigna de defender al ex presidente valenciano contra viento y marea tras su absolución en el caso de los trajes. Aunque nada dice sobre el futuro político del que fuera uno de los barones territoriales más poderosos del PP. En un argumentario repartido a los cargos populares, y al que ha tenido acceso Vozpópuli, se lanzan durísimas acusaciones contra los socialistas y, entre otras cosas se resucita políticamente a la que fuera vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Ésta "fue la que ordenó a la Fiscalía reabrir el caso que ha terminado después de tres años de un juicio paralalelo sin precedentes", dice el texto conocido por este medio. Los populares aluden a lo acontecido en verano de 2009, cuando Fernández de la Vega anunció en una rueda de prensa ofrecida en Costa Rica y en presencia de su presidente, Oscar Arias, que la Fiscalía recurriría el archivo la causa de los trajes por parte del Tribunal Superior de Justicia de Valencia.
Desde el minuto cero se parte de la premisa de que "el PP siempre defendió su inocencia", en alusión a Camps, parafraseando unas declaraciones de la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, nada mas conocerse la decisión del jurado popular que, por cinco votos a cuatro le declaró no culpable de haber recibido unos trajes de regalo. Sentada esta premisa, desde el cuartel general de los populares, afirman tajantes que "fue el PSOE el que promovió la acusación contra Camps y su juicio paralelo".
Una vez "resucitada" Fernández de la Vega aparece otro dirigente socialista al que el caso Gürtel se llevó por delante: el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo. Recuerdan que Bermejo "tuvo que dimitir por la cacería donde se reunió con el instructor, la fiscalía y la polícia que impulsaron la acusación". Quizá en este punto lo más interesante no es tanto lo que dicen como lo que ocultan, que es el nombre de ese juez instructor: Baltasar Garzón. El juez de la Audiencia Nacional compartió jornada de caza con Bermejo, en una finca a caballo entre Castilla-La Mancha y Andalucía, y con el responsable de la policía judicial, Juan Antonio García González, apenas unos días después de estallar el "caso Gürtel".
La omisión del PP responde, sin duda, a la complicada situación judicial por la que está pasando Garzón, que ha sido interpretada desde los aledaños del juez como una vendetta desatada por sectores conservadores próximos al PP por investigar la trama corrupta supuestamente puesta en marcha por Francisco Correa.
"Obstruido el derecho de defensa"
Además, los populares recuerdan que el PSOE "se constituyó en acusación popular contra Camps" mientras que los dirigentes socialistas "alimentaron públicamente un juicio paralelo contra el expresidente valenciano". Así, desde Génova, se entiende que el ex presidente del Ejecutivo valenciano así como el que fuera durante muchos años su mano derecha, Ricardo Costa, "se han visto sometidos desde hace mucho tiempo a juicios especiales, sumarísimos y paralelos, y a ataques no
conocidos hasta ahora en la democracia española". Es más, a su juicio esos ataques "han obstruído el derecho a la defensa y presunción de inocencia de los que Camps y Costa tenían derecho como ciudadanos".
Sin aludir en ningún momento al futuro político de Camps, --aunque ese siga siendo el gran interrogante para el que todavía no hay respuesta--, los populares recuerdan que al tiempo en que se cuestionaba el cambio de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) bajo el argumento de que "la justicia emana del pueblo", "por la tarde se criticaba la institución democrática del jurado popular", que ha exonerado a Camps y Costa de ninguna responsabilidad. El PP hacía alusión a unas palabras del portavoz del PSOE en la comisión de Justicia del Congreso, Julio Villarubia, que defendió precisamente eso, que la justicia emanaba del pueblo.
Si bien el candidato a la secretaria general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba retaba a Rajoy a rehabilitar a Camps, desde la sede nacional del partido de la gaviota devolvían la pelota a Ferraz al arremeter en su argumentario contra "los dirigentes socialistas que pidieron su dimisión pero no han seguido su ejemplo y se han aferrado y se aferran al poder", en implícita acusación al vicesecretario del PSOE, José Blanco. El PP indica que Camps, después de haber recibido en las urnas el apoyo mayoritario de sus conciudadanos, "decidió voluntariamente renunciar al cargo para no perjudicar a la Comunidad Valenciana y al PP y poder defender su inocencia". Aquí el PP "olvida" que le abocaron a esa dimisión tras pedirle que asumiera una sentencia de conformidad, esto es, que se declarara culpable para evitar la foto de banquillo. Camps se negó.