Como sucedió con Banesto, el grupo Santander ha decidido anticiparse a las nuevas exigencias de saneamiento inmobiliario que impondrá el nuevo decreto de reordenación financiera. Para ello ha destinado 1.812 millones al saneamiento de sus activos inmobiliarios lo que ha lastrado el resultado del pasado ejercicio. De hecho, el banco presidido por Emilio Botín ha ganado sólo 48 millones en los últimos tres meses del año pasado. En 2011, el beneficio atribuido del grupo es de 5.351 millones de euros, lo que supone un descenso del 35% con respecto a 2010. Además, el Banco ha aplicado los 1.513 millones de euros netos procedentes de plusvalías a otros saneamientos extraordinarios.
Por primera vez en la historia del Grupo, Latinoamérica aporta más de la mitad del beneficio, concretamente el 51%, con Brasil que suma el 28%; México, un 10%, y Chile, un 7%. Europa Continental añade el 31%; Reino Unido, el 12%, y Sovereign ya alcanza el 6%.
En 2011 el importe de las dotaciones netas para insolvencias asciende a 10.562 millones, un 3% más que en 2010 y casi 4.000 millones más que en 2008. Además, en el cuarto trimestre el Banco ha decidido llevar a cabo saneamientos extraordinarios por un importe neto de 3.183 millones de euros, de los que 1.513 millones proceden de las plusvalías obtenidas y 1.670 millones del resultado del cuarto trimestre.
Con cargo al resultado del cuarto trimestre se han dotado 1.812 millones brutos a provisiones para el saneamiento del riesgo inmobiliario en España, así como 600 millones brutos para amortizar fondo de comercio de los negocios en Portugal.
Por esta razón, Las dotaciones para riesgo inmobiliario en España permiten incrementar la cobertura de los inmuebles adjudicados desde el 31% al 50%. El fondo de provisiones acumulado asciende ya a 4.278 millones de euros, frente a unos activos inmobiliarios adjudicados de 8.552 millones brutos.
Por su parte, las plusvalías de 1.513 millones netos generadas en el año se han destinado al saneamiento de carteras por 620 millones de euros y a la amortización de intangibles, la dotación de pensiones y otras contingencias por importe de 893 millones.
El importe de la inversión crediticia neta del Grupo Santander se situó en 750.100 millones al cierre de 2011, casi un 4% más que hace un año. El crédito al sector residente (España) cae el 7%, mientras que el no residente aumenta un 8%.
La tasa de morosidad del Grupo se sitúa en el 3,89%, lo que supone un aumento de 0,34 puntos con respecto a un año antes. Dicha tasa desciende en el negocio de financiación al consumo, en Sovereign y México. En España, la morosidad se sitúa en un 5,49%, con un aumento de 1,25 puntos en el año, dicha tasa está afectada también por la caída del crédito.