La amenaza de un segundo rescate planea sobre Portugal, según apuntan los analistas consultados por Vozpopuli. Los expertos señalan que los mercados se han instalado en una calma tensa, pero advierten de que la tormenta puede encontrarse a la vuelta de la esquina con Grecia como detonante. Con todo, para España el peligro puede estar geográficamente más cerca: Portugal. Algunos expertos creen que el país vecino podría necesitar entre 10.000 y 20.000 millones más de los 78.000 acordados en el primer rescate con la troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo).
Portugal supone la siguiente ficha de dominó en caer tras Grecia. A la espera de lo que suceda en el país heleno, Portugal supone un peligro en ciernes para España desde una triple óptica. Desde el lado financiero, la exposición de España a la banca portuguesa es de 6.000 millones, un problema menor en términos relativos. Del otro, se encuentra la economía real de un mercado ibérico integrado con 11 millones de consumidores demandando menos productos españoles. Y en último lugar, y más peligrosos en opinión de los expertos, se sitúan la prima de riesgo y su posible efecto contagio a España. El diferencial de bonos a diez años portugués con el alemán amanecía hoy en los 1.149 puntos –frente a los 306 de España y los 387 de Italia–.
El plan de rescate portugués establece que el Gobierno luso debe volver al mercado en 2013. Pero si surgen dudas sobre el país y su capacidad para afrontar los pagos, el FMI pude exigir un nuevo plan antes. Algo que podría llegar en la siguiente revisión en marzo. La razón debe buscarse en la rebaja de la nota a bono basura de Standard & Poor's (S&P). El país vecino tiene el dudoso honor de formar parte del grupo de tres países junto con Chipre y la propia Grecia de estar en el nivel especulativo.
Con todo, la rebaja en la calificación de S&P tan denostada por los vecinos lusos supuso la casilla de partida para entrar en un círculo vicioso, pero los analistas afirman que la razón de la situación límite que vive Portugal debe buscarse en las cifras demasiado optimistas en las que se basa el rescate. Así, el propio Banco de Portugal revisó a la baja las cifras de crecimiento previsto hasta el -3,1% en 2012 y 0,3% en 2013 (una y cuatro décimas por debajo respectivamente que las estimaciones de la última revisión del plan, una rebaja muy severa respecto a las cifras originales).
Problemas en la banca lusa
El sistema financiero luso se encuentra en el centro de la diana. El propio primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, admitió el pasado viernes en una entrevista publicada el semanario Sol que es preciso “alguna flexibilidad para descubrir soluciones” que eviten la asfixia de la economía. Coelho señaló que existen muchas empresas viables en Portugal abocadas a una fuerte restricción del crédito, lo que puede comprometer una parte del programa de recuperación de las finanzas públicas y de la economía. Los bancos portugueses deben afrontar un fuerte proceso de desapalancamiento financiero, a juicio de los expertos consultados por Vozpopuli, por lo 2013 no se producirá un aumento del crédito. Los datos parecen reforzar esa tesis. El Santander Totta, filial portuguesa del Banco Santander, es el único banco del luso sin pérdidas. Con todo, anunció el pasado viernes un beneficio de 64,1 millones de euros en 2011, lo que supone una caída del 85,4% respecto al año anterior.
Poco antes, el mayor banco privado de Portugal, el BCP, anunció las mayores pérdidas de su historia: 786 millones. Por su parte, el Banco Espiritu Santo, otro de los más importantes, apuntó un resultado negativo de 108 millones.
"Ya somos pobres", aseguró el viernes pasado el Passos Coelho. “Hay personas que todavía no se han dado cuenta de eso y todavía viven como si no fueran pobres, vivieron no de aquello de lo que tenían sino de lo que les prestaban”. Por lo que “hablar de políticas de crecimiento de Portugal, es, en primer lugar, hablar de sostenibilidad de la propia deuda del Estado, y eso implica un programa de austeridad”, concluyó contundente el primer ministro luso.