Menos mal. Según hablábamos ayer de que era una vergüenza que los responsables del lío de las cajas se fueran de rositas, salió la noticia de que el Banco de España abría un expediente a la cúpula de la CAM. Por fin ejemplarizan un poco porque es increíble que los causantes de la crisis no sufran la menor consecuencia y por el contrario, la estemos pagando otros. Algo es algo.
Ocurre algo parecido con el límite del sueldo de los banqueros. A todo el mundo le ha parecido bien que se limiten, aunque la legalidad de la medida es discutible. Sin embargo, cada vez escucho más voces que dicen que debería limitarse a ejecutivos con responsabilidades del pasado y no a todos, en plan tabla rasa.
Es más, ¿cómo puede esperarse que venga aire fresco a entidades problemáticas si encima van a cobrar sueldos que no compensan? Eso es garantía de que sólo vendrán ‘piernas’.
Cada vez me ponen más encima de la mesa el nombre de César González-Bueno, hombre recién llegado a Novagalicia a finales del pasado año, que es un ejecutivo técnico, con trayectoria en Bankinter, Argentaria o ING Direct, donde llegó a poner de los nervios a las grandes entidades financieras porque captaba pasivo al mismo ritmo que ellas... o más. Es fácil imaginar de dónde procedieron algunos rumores de entonces, que apuntaban que la cuenta naranja iba a congelarse y tal.
De una meteórica carrera en Europa, partió rumbo a Galicia, con la idea de enderezar y en el futuro presidir la fusión de cajas gallegas, intervenidas ahora. No es que queramos se abogados defensores de nadie, pero vamos, este ejecutivo no había estado en una caja hasta que le ficharon el año pasado, salvo que consideremos Argentaria una caja y le han pegado un tajo de 900.000 a 300.000 euros al año.
Muchas fuentes comentan preocupadas que “lo lógico es que los recién llegados a las cajas ya estén estudiando otras ofertas de trabajo. Y si continúan es porque la cosa está muy malita y no hay más remedio que seguir, pero ¿así pretendemos reorganizar el sistema?”.