A falta de unos días para que Iñaki Urdangarin declare como imputado por la trama del Instituto Nóos, las cosas parecen complicarse para la Infanta Cristina, quien aterrizaba en España un día después que su marido. Según publica este miércoles ElEconomista, la Agencia Tributaria ha detectado en la contabilidad de Aizoon que la Infanta cargaba a la sociedad (a la que presuntamente se desviaba dinero público) gastos personales de entre 600 y 700 euros por semana, unos 3.000 al mes.
Al parecer, además de la contabilidad han aparecido otros documentos como correos electrónicos que la asistente personal de la hija del Rey envió a los responsables financieros de Nóos preguntando sobre el modo para cargar las facturar a la sociedad.
Del dinero desviado presuntamente habría salido parte de la compra del Palacete de Pedralves, obras de reforma incluidas, así como el sueldo del servicio doméstico de la casa.
De momento la implicación de la Infanta Cristina se mantiene en el aire. Hasta ahora la fiscalía había rechazado en todo momento investigar a la Infanta considerando que estaba al margen de los actos de su marido pese a tener el 50% de Aizoon y formar parte de la junta directiva del Instituto Nóos. Sin embargo, por primera vez el juez emitía este martes un auto preguntando a la Fiscalía si debe llamar como imputada a la Infanta por las supuestas irregularidades.