Muchos españoles empezaron el año asumiendo que perderían días de asueto, tan apreciados para viajar, reposar o realizar otras actividades, cualesquiera fueren éstas. No había ninguna duda, porque lo había dicho Mariano Rajoy en su discurso de investidura del 19 de diciembre de 2011 y lo habían pactado los agentes sociales poco después, el 10 de enero de 2012.
Pero los españoles que temían perder festivos ya pueden preocuparse un poco menos: el Gobierno no piensa legislar por ahora sobre la materia. Así lo cuentan desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, cuya responsable es Fátima Báñez. Al parecer, el huracán levantado por la reforma laboral en las centrales sindicales ha trastocado todo.
'Macropuentes' a granel
La supresión de los llamados macropuentes (de cuatro días en adelante) es una vieja reivindicación de la CEOE. Su presidente, Juan Rosell, tildó de “escandaloso” el último puente de la Constitución, en diciembre del año pasado. Los sindicatos transigieron y, para acotar esas minivacaciones, acordaron trasladar a lunes los festivos siguientes: 15 de agosto (Asunción de la Virgen), 1 de noviembre (Todos los Santos) y el ya citado del 6 de diciembre, en honor a la Carta Magna.
Pero si uno va al calendario, se encontrará con que ninguno cae en lunes: el de agosto es un miércoles, y los de noviembre y diciembre un jueves. El próximo puente previsto es el del Primero de mayo y cae en martes. Todos macropuentes. Solo se salva el de San José, que fue el lunes pasado.
Sin descartar el RD
En el ministerio que tutela Fátima Báñez argumentan que la reciente reforma del mercado de trabajo, que no deja palo sin tocar, no tiene por qué incluir nada relativo al calendario laboral. Además, conciliar las fiestas autonómicas y municipales con las estatales es una ardua tarea. Y luego está el respeto a fiestas ora vinculadas a la Iglesia (Todos los Santos u otras) ora a los asalariados (Primero de Mayo).
Por su parte, en CCOO y UGT, donde las cosas andan muy revueltas estos días por la huelga general que tendrá lugar dentro de una semana exacta, aseguran no tener “ni idea de las intenciones del Gobierno”. En cualquier caso, al acometer el grueso de la reforma laboral, el Ejecutivo de Rajoy ni siquiera se plantea discutir ahora esto con los sindicatos. Tampoco es descartable a medio plazo un Real Decreto que modifique el calendario laboral para 2012.