El desarrollo de las obras públicas en España siempre ha sido sinónimo de expropiaciones de tierras. La crisis puede cambiar también eso, porque el Ministerio de Fomento no dispone de más fondos para expropiaciones. De hecho, se ha apropiado ya de suelo por valor de 150 millones de euros que no puede pagar. Según admiten técnicos del ministerio, se trata de “expropiaciones realizadas durante los últimos años que siguen pendientes de pago” que en algunos casos tienen ya orden de pago mediante sentencias firmes.

La congelación de la obra pública que anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, va a suponer el freno de la mayoría de proyectos previstos pero las expropiaciones siguen produciéndose a cargo de una partida ahora agotada. El B.O.E. publicó la última enajenación de terrenos el pasado 20 de marzo a cargo de partidas del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Según los técnicos de Fomento no hay una orden explícita de frenar las expropiaciones pero las "indicaciones" son “claras”: el freno en la obra pública y el vacío en las arcas públicas impedirán nuevas enajenaciones y van a poner en apuros a la hacienda pública para pagar las ya pendientes. 

Las expropiaciones ya realizadas también pendientes de pago

El problema de liquidez no será sólo de futuro. Fomento tiene que descongelar el pago de esas tierras ya enajenadas por obras que incluso ya han sido terminadas. Se trata de fondos que acumulan retrasos de hasta seis años y que, en su gran mayoría, corresponden a infraestructuras desarrolladas por el anterior ejecutivo socialista.

Fuentes de Fomento también denuncian que algunas obras que tenían compromisos de pago ya comprometidos y pendientes de pago por valor de 1.650 millones de euros.