"Un ecónomico". Con estas escuetas palabras se refiere el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al perfil del futuro presidente de Radiotelevisión Española. No va más allá, no despeja las dudas ni de los suyos ansiosos por conocer en quién recaerá la responsabilidad de sanear una empresa a la que este año le han recortado 200 millones de presupuesto. En su última reunión con sus presidentes regionales, así lo dijo: "un económico" cuando respondió a las críticas vertidas por algún barón territorial, como el gallego Alberto Núñez Feijóo, sobre los contenidos informativos del Ente público y se interesaron por el nombre de la persona elegida.
Fuentes populares creen que el perfil técnico del nombre que Rajoy ha puesto sobre la mesa rebajará en buena parte el debate en torno a la ausencia de consenso con el PSOE. La figura del gestor cuadra muy bien con la de Luis Blasco, presidente de Telefónica en Argentina. Parece que la vía del gallego Francisco Campos, ex director general de RTVG, no termina de arrancar, aunque todo son elucubraciones ante el práctico mutismo de Rajoy.
Los Grupos popular y socialista todavía no han abierto el diálogo para hacer sus propuestas, al menos formalmente
Como mucho, se sabe que en el secreto están la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamará, y la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. También incluyen en este sanedrín a la secretaria de Estado para la Comunicación, Carmen Martínez Castro. Los socialistas parecían pensar en otro perfil y lanzaron el nombre del presidente de la academia de Televisión, Manuel Campo Vidal, el mismo que ha moderado los debates electorales de los comicios de 2008 y del 20-N pasado, según indicaron a Vozpópuli fuentes populares. Los socialistas pensaban que podría ser una figura de consenso como lo fueron Luis Fernández o Alberto Oliart.
Desde Moncloa insistían hasta hace poco que la renovación de RTVE no estaba dentro de las prioridades gubernamentales, al menos en las de Rajoy, aunque el Ejecutivo acabó respondiendo a la inmovilidad con un decreto que eliminaba la exigencia del apoyo de dos tercios de las Cámaras para sacar adelante tanto la composición del consejo de RTVE como la designación de su presidente. Ahora está pendiente la convalidación del decreto, que pudiera tener lugar la semana que viene, en concreto, el día 17, y se supone que, a partir de ese momento, se precipitarán los acontecimientos. PP y PSOE deben hacer sus propuestas, y éstas someterse a votación de Congreso y Senado. De momento los grupos popular y socialista no han iniciado el diálogo, al menos formalmente.
Por su parte, la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, acusó ayer al PP de querer "controlar" RTVE como si se tratara de "un ministerio más" porque, a su juicio, los 'populares' tienen "miedo a una televisión pública "independiente". En declaraciones al Canal 24 horas de TVE, recogidas por Europa Press, la dirigente socialista lamentó que, una vez en el Gobierno, los 'populares' hayan cambiado "las reglas del juego" lanzando con ello el mensaje de que "no quieren consenso". "Cambio las reglas para imponer mis normas --resumió la portavoz del primer partido de la oposición--, pero uno no negocia sabiendo que si no dices sí a lo que te proponen, impondrán ellos lo que quieran. Eso no es negociar".