España

¿A quién votan los gitanos? El 70% se abstiene y el resto se debate entre Vox y PSOE

La etnia gitana suele abstenerse por la "continua y sistemática" marginación política que han sufrido. Este año, no será distinto. Ni siquiera el discurso de la pastora evangélica cambiará la balanza, pese a que una gran mayoría de gitanos sigue esta religión

  • Un grupo de gitanas en una plaza de Villa de Vallecas -

"No votamos a verdugos". Esta frase resume perfectamente la realidad del pueblo gitano en España. Un lema que han llevado por bandera desde los primeros años de la democracia. Los gitanos no votan. Primero, porque un 70% de los gitanos en edad de votar son analfabetos, un hecho que les lleva a "carecer de razones" para poder ejercer su derecho a voto. Pero por otro lado, más importante todavía, la etnia gitana ha evitado todos estos años acudir a las urnas por la "continua y sistemática" marginación política que han sufrido. Y este año, no será distinto. Ni siquiera el discurso de la pastora evangélica en un evento del Partido Popular Europeo podrá hacer que la balanza se incline hacia alguno de los partidos políticos que se juegan estos meses las elecciones.

Casi tres cuartos de los entre 750.000 y millón de gitanos de toda España (el INE no recoge el dato exacto, por lo que son cálculos estimados de las asociaciones gitanas) muy probablemente no acudan a votar ni en las próximas elecciones autonómicas ni en las siguientes nacionales. "Las circunstancias y el trato que han recibido han hecho que sea un pueblo apolítico, que cree que nadie vela por sus intereses. Ya lo dice el refrán 'Santo que no te escucha, con no rezarle está pagado'", señala a este periódico Manuel Martín Ramírez, presidente del Consejo Asesor de Presencia Gitana.

En el año 2019, Juan de Dios Ramírez-Heredia, famoso activista y político gitano, ya retirado de la política, resumió la problemática en un artículo de opinión de un periódico en el que a día de hoy sigue escribiendo: "Los gitanos no han ido a votar porque no nos hemos sentido adecuadamente representados en las instituciones".

Y entre los pocos que acuden a votar, no hay consenso. "Como nadie nos representa ni nos defiende políticamente, cada uno vota de manera personal y basándose en intereses individuales, no en lo que más nos beneficia como etnia, porque no hay opción", cuentan fuentes de la Fundación Secretariado Gitano. Sin embargo, las tendencias de otros años y las informaciones de las fuentes consultadas revelan que, con más frecuencia, los votantes gitanos optan por escoger a candidatos del PSOE (principalmente, porque Ramírez-Heredia, el "más importante" de los líderes gitanos, formaba parte de este partido) y de Vox, pese a los ataques racistas que de vez en cuando realizan.

Ante la pregunta de este periódico sobre qué partidos han defendido un poco más a su pueblo (y por lo tanto, las posibilidades que barajan), fuentes consultadas señalan (aunque con cierta discreción porque no quieren mojarse ni posicionarse políticamente) que "Vox votó a favor de la reforma de las pensiones, algo que nos benefició mucho". "Además, el PSOE andaluz fue el único partido que aprobó nuestras propuestas", añaden, siendo estos los dos únicos partidos nombrados por las fuentes.

El voto del PSOE es más esperable, por ser el partido tradicional de Ramírez-Heredia, al que le deben 'adoración'. El de Vox sorprende más, aunque si se analizan las características socio-culturales de la etnia, no resulta tan sorprendente. Ejemplo de ello fue Húngaro Jiménez, una de las caras defensoras de Vox en Andalucía en el 2018. Este joven gitano saltó a la fama por su apoyo encendido al partido de Santiago Abascal frente a su familia, votante del PSOE, defendiendo la unidad de España y la baja natalidad. Un ejemplo de una nueva realidad, aunque no determinante para ningún partido.

"Nula" preocupación de los políticos por los gitanos

Más allá de las elecciones, desde el pueblo gitano denuncian la ignorancia total que han sufrido por parte de todos los políticos. "Hay que hacer un análisis de conciencia para que saber qué estamos haciendo mal unos y otros, con el objetivo de tratar de comprender por qué en más de cuarenta años de democracia solo hemos pasado de un 5% de alfabetización a un 35%. Los políticos nos abandonan sistemáticamente. Son cuatro pasos los que pedimos: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de enmienda y confesar los pecados", señala Martín Ramírez.

Entre las peticiones de los gitanos, la más importante es "cambiar las coordenadas que impiden remontar la plenitud de la ciudadanía gitana". Esto se concreta, principalmente, en fomentar la alfabetización en adultos invirtiendo en el programa (ya activo en algunas provincias) Instrucción General Básica para la Vida; "reforzando las políticas de lucha contra la pobreza y la exclusión social" y en "fomentar medidas específicas que aborden la alta incidencia de la pobreza y la profunda brecha de desigualdad", resumen tanto desde Presencia Gitana como desde Fundación Secretariado Gitano.

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