El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado este miércoles que su partido no apoyará “gratuitamente” al PP porque “tiene el derecho y el deber de formar parte” del Ejecutivo en Castilla y León, donde ha logrado 13 representantes en las últimas elecciones, por lo que si no es así, “votará en contra de cualquier investidura”. Ha hecho esas declaraciones en Murcia, donde ha participado en una manifestación convocada por organizaciones de agricultores y ganaderos para pedir soluciones para los graves problemas que atraviesa el sector.
“Los votos de Vox no se van a regalar”, ha subrayado Abascal, y ha insistido en que su formación ha defendido esa misma idea durante toda la campaña electoral, por lo que representará “los valores y condiciones” de sus votantes para lograr un “cambio de rumbo” en esa comunidad autónoma. Por ello, ha pedido que se “respete” al partido y se le dé “lo mismo que a otras fuerzas políticas”, al tiempo que ha lamentado que el resto de formaciones no hayan dejado claro lo que van a hacer con los resultados electorales obtenidos.
El líder de Vox ya admitió el martes durante una entrevista en esRadio que no ha tenido ningún contacto con Pablo Casado desde la moción de censura, aunque dejó claro que mantienen la mano tendida hasta el punto de que, precisó, "estamos planteando un Gobierno en Castilla y León". Además, consideró "posible" llegar a un acuerdo de gobernabilidad en esa región si el candidato 'popular' a la presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, "sigue siendo prudente y respeta al adversario". Si pretenden hacernos "chantaje", se tendrán que repetir las elecciones, advirtió.