Economía

Los jubilados cobran de media más de 20.000 euros en un año por primera vez

En 2024 recibieron una pensión media de 20.200 euros al año, frente a los 19.200 euros de 2023. En 2025 la renta media anual se aproximará ya a los 21.000 euros

  • Imagen de dos pensionistas en una céntrica calle

En el conjunto del 2024, con las 14 pagas correspondientes, un jubilado medio del sistema contributivo de la Seguridad Social recibió 20.200 euros brutos, frente a los 19.200 euros del año anterior (un 5% más). En 2025, con la subida prevista del 2,8% por la inflación del año pasado, la renta media anual se aproximará ya a los 21.000 euros. Y esto sin tener en cuenta otros factores que también hacen crecer la media más allá de la revalorización conforme al IPC, como el efecto sustitución (entran al sistema pensiones de mayor cuantía que las que salen). 

Esta media se calcula con las 6,55 millones de pensiones de jubilación contributivas que paga la Seguridad Social y contabiliza en sus estadísticas, a las que podrían añadirse las de las Clases Pasivas, casi medio millón de jubilados que fueron antes funcionarios y se encuadran en ese otro régimen en extinción. Estos tienen una pensión media superior, de 36.600 euros al año en 2024 (35.100 en 2023, con un incremento del 4% en el último año). También se revalorizarán un 2,8% este año y la pensión media de jubilación en Clases Pasivas alcanzará los 37.600 euros.

En definitiva, los jubilados de Clases Pasivas cobraron el pasado año 16.000 euros más de media que el resto de jubilados que perciben una pensión contributiva. Si se suman todas y se calcula la media total de todas las pensiones de jubilación contributivas, la barrera de los 20.000 euros anuales se superó en 2023. En 2024, la pensión media de jubilación ascendió a 21.300 euros, un 5% más que un año antes (20.300 euros). Las pensiones contributivas se revalorizaron un 3,8% en 2024, pero la pensión media creció un 5% por otros factores demográficos. 

Este año 2025, teniendo en cuenta las pensiones contributivas y las de las Clases Pasivas, la pensión media de jubilación ascenderá a los 21.900 euros por la revalorización del 2,8%. Este crecimiento supone un reto para la sostenibilidad del sistema público de pensiones, que afronta en estos años el retiro de la generación más numerosa, la del 'baby boom'. Además, en términos generales, estos nuevos jubilados acceden con pensiones más altas (la pensión de los nuevos jubilados es ya un 23% más alta que el salario más frecuente en España).

Si a las pensiones de jubilación contributivas, las más numerosas y cuantiosas, se suman el resto de pensiones (incapacidad permamente, viudedad, orfandad, en favor de familiares, y no contributivas, además de los complementos por mínimos y para la reducción de la brecha de género), el gasto total supera ya los 200.000 millones de euros anuales, con un crecimiento del 7% en un año. En este sentido, los trabajadores deberán afrontar una mayor presión a través de incrementos de cotizaciones sociales para mantener el Estado de Bienestar.

Subida de cotizaciones para pagar las pensiones

En 2025 comenzará a aplicarse la denominada 'cuota de solidaridad', una cotización adicional sobre los salarios más altos, aquellos que superen la base máxima, que quedará fijada en los 59.000 euros (4.909 euros al mes). Además, el destope de las bases máximas de cotización y las cotizaciones por ingresos reales de los autónomos también incrementarán la aportación al sistema. También subirá el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una sobrecotización que se aplica a todos los trabajadores desde 2023 y este año se incrementará un 0,1%, hasta el 0,8%. 

Tanto la cuota de la solidaridad como el MEI implican incrementos de cotizaciones para la empresa y el trabajador con carácter recaudatorio, pero no contributivo. Es decir, no generan mejoras en la base de cotización sobre la que se calculan las futuras pensiones de esos trabajadores. El Gobierno recogió estas medidas en la última reforma de pensiones impulsada por el exministro de Seguridad Social José Luis Escrivá. Aún así, las cuentas no salen. El crecimiento del gasto es más intenso que el de los ingresos, algo que tendrá que confirmar la AIReF este año.

Esto ha llevado al Estado a financiar parte del gasto vía transferencias o préstamos a la Seguridad Social, cubriendo alrededor del 30% del total. Algo que en cierto modo engorda la deuda pública hasta niveles punibles por las autoridades comunitarias. Mientras, la recaudación 'extra' del MEI se destina a llenar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, una 'hucha' prácticamente vacía hasta hace unos años y que ahora crece lentamente con el fin de crear reservas para la próxima década.

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