La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al empresario vasco José María Aristrain, de un presunto fraude fiscal de 211 millones de euros.
Los jueces han descartado la tesis de la Fiscalía, que mantenía que el industrial diseñó una compleja estructura societaria para evitar tributar en España por las ganancias que obtuvo de sus negocios entre 2005 y 2009, mientras fingía además vivir en Suiza, según ha informado este martes 'El País'.
El Ministerio Público pidió para el empresario una pena de 64 años de prisión y 1.190 millones de euros de multa por un fraude que presuntamente cometido entre 2005 y 2009. La Fiscalía, le imputaba quince delitos de elusión tributaria, y calculaba que el daño causado a las arcas públicas ascendía a 210.980.706,23 euros.
Una multa de 1.190 millones
En su escrito, el fiscal señalaba que el empresario constituyó a finales de los años 90 una sociedad patrimonial en Holanda para acogerse al beneficioso tratamiento fiscal del país. Posteriormente, Aristrain trasladó la gestión de la misma a Luxemburgo pese a que, siempre según la tesis del Ministerio Público, “el control y la dirección efectiva” de la misma se efectuaba desde el domicilio particular del empresario en Pozuelo de Alarcón (Madrid). De esta forma, el empresario se habría librado de tributar ante la Hacienda española.