De apoyar a Pablo Casado a pedir su renuncia y apostar abiertamente por Alberto Núñez Feijóo. Ese es el paso que importantes dirigentes del PP, algunos de ellos impulsados por el todavía presidente del partido, han protagonizado en apenas tres semanas. Un cambio de criterio que, pese a lo "doloroso" que ha podido ser en algunos casos, se consideraba "imprescindible" para evitar una "guerra civil" en el congreso extraordinario.
Así lo aseguran diferentes diputados y cargos orgánicos contactados por Vozpópuli desde aquel jueves 17 de febrero en el que el partido estalló por los aires tras el intercambio de golpes entre Isabel Díaz Ayuso y Teodoro García Egea en las ruedas de prensa protagonizadas por ambos.
Ya entonces, en el PP se daba por hecho que, en la guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso solo podía quedar uno. Además, los más afines al todavía presidente nacional dieron por hecho que la dirigente madrileña se presentaría a un congreso al que también pensaba concurrir el propio Casado.
Un fin de semana de llamadas
Ese escenario, de hecho, fue el que precipitó los acontecimientos. También fue decisiva la posterior reunión infructuosa ente el propio Casado y Ayuso... y la manifestación del domingo en Génova en contra del presidente nacional y a favor de la lideresa madrileña.
Ese día, dirigentes autonómicos y provinciales, e importantes cargos del Grupo Popular tanto en el Congreso como en el Senado fueron conscientes de que Casado no podría presentarse a la reelección... pero seguían viendo posible un enfrentamiento entre Isabel Díaz Ayuso y una candidatura impulsada por Teodoro García Egea.
A lo largo de ese fin de semana, se produjeron llamadas entre los diferentes presidentes regionales del partido y los dirigentes del PP en el Congreso y en el Senado. Tal y como se ha informado en estas páginas, fue en estos días cuando se gestó la 'conjura del Luarqués' y Feijóo pidió a los barones un apoyo explícito a su posible candidatura.
Al lunes siguiente, en paralelo a la última reunión del comité de dirección de Pablo Casado y la comida en El Luarqués, Isabel Díaz Ayuso dejó vía libre a Feijóo anunciando que ella no aspiraba a la presidenta nacional del partido... y señalando al gallego como su propia apuesta.
Un candidato de unidad
A partir de ese momento, y hasta la cumbre de Casado con los barones del miércoles, se produjo todo un goteo de mensajes de apoyo a Alberto Núñez Feijóo. Muchos de ellos, procedentes de cargos provinciales y parlamentarios que, apenas unos días antes, habían publicado mensajes de respaldo a Pablo Casado.
Una diputada nacional consultada por Vozpópuli relata lo vivido esos días y el porqué de su propio cambio de discurso: "Recibimos hasta seis llamadas seguidas de Alberto Casero, exigiendo que apoyáramos de forma explícita a Casado". Muchos lo hicieron por "lealtad" y otros por "presiones", pero lo cierto es que todos acabaron, días después, respaldando a Feijóo.
Otro diputado nacional, muy próximo en su día a Casado, deja a las claras por qué cambió de postura respecto al presidente nacional y pidió al gallego que diera un paso al frente: "Si Feijóo no se presentaba, íbamos a una guerra. Él quiso dar el paso y probablemente haya salvado al partido de un congreso de ruptura total".
Desde la propia dirección del Grupo Popular en el Congreso reconocen que "Casado no podía seguir desde el momento en el que decidió que García Egea continuara. Cualquier reconciliación, por esa vía, era imposible. Necesitábamos un candidato de unidad y el único posible era Feijóo. Y por suerte es lo que vamos a tener".