"Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro", escribió el poeta cubano José Martí. El presidente de Ciutadans (C's), Albert Rivera, acaba de realizar una de ellas y se ha referido a otra. El parlamentario catalán presenta este jueves en el Círculo de Bellas Artes de Madrid su primer ensayo, Juntos Podemos (editorial Espasa), que dedica a su hija Daniela. En la obra, aborda un amplio conjunto de reformas todavía pendientes para un mejor funcionamiento de las instituciones. Es en el espacio que reserva a la Corona donde revela un encuentro privado con don Felipe de Borbón, quien le invitó a una reunión en el Palacio de la Zarzuela para conversar sobre la actualidad, marcada en Cataluña por el órdago separatista de Artur Mas.
"Suelo viajar dos o tres veces al mes a Madrid para mantener reuniones de trabajo, participar en mesas redondas, impartir conferencias o atender a los medios de comunicación. Sin embargo, el 22 de abril de 2013 llegué a Madrid por un motivo completamente diferente: mantener una reunión con el Príncipe de Asturias. Como hago habitualmente, viajé en AVE y cuando llegué a la estación de Atocha me recogió un coche que me llevaría al Palacio de la Zarzuela", relata Rivera.
Acto seguido, el líder de C's e impulsor de Movimiento Ciudadano, plataforma con la que aspira a presentarse a las próximas elecciones generales, cuenta que "no era la primera vez" que visitaba el palacio, ya que "unos meses antes" había mantenido otra discreta reunión con el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno. Precisamente, Spottorno acudió recientemente a un desayuno informativo en Madrid protagonizado por Rivera y ocupó asiento en la mesa presidencial, arropando así al orador en su discurso contra el "España nos roba" que blanden los soberanistas catalanes.
Según Rivera, el príncipe "quería conocer la opinión de una nueva formación nacida en el siglo XXI --casi 300.000 catalanes votaron a C's en las últimas elecciones-- sobre la situación política de España en su conjunto y de Cataluña en particular". En la reunión, que duró "unas dos horas", el líder de C's transmitió al heredero la "necesidad de abrir una nueva etapa política y democrática que ilusione a los ciudadanos, de modernizar nuestras instituciones y administraciones públicas y de llevar a cabo algunas reformas democráticas urgentes". En relación al desafío secesionista de los nacionalistas en Cataluña, Rivera dijo a don Felipe que urge un "proyecto común español y atractivo" que funcione como "el mejor antídoto contra los intentos de destruir la convivencia y la unión".
Rivera transmitió a don Felipe que urge un "proyecto común español y atractivo" que funcione como "el mejor antídoto contra los intentos de destruir la convivencia y la unión"
Respecto a la actitud del príncipe durante la interlocución, el autor pone en valor su "capacidad de escucha, el conocimiento de la situación política y su conciencia sobre la difícil situación, no solo económica, sino también institucional, que vive nuestro país". "Me llamó la atención su interés por conocer mi trayectoria profesional y mi forma de compaginar la vida política con la vida personal y familiar, así como por mi presencia en las instituciones o en los medios de comunicación", señala el líder de C's.
Después de su encuentro con Felipe de Borbón, Rivera se reafirma en que, llegado el momento, el heredero estará a la altura de las circunstancias. "No le falta preparación, ni capacidad, ni tampoco apoyo, si la gestión de la transición de la Jefatura del Estado se pilota de una manera inteligente, ágil y su entorno familiar e institucional se lo permiten", subraya.
Como contrapartida, el presidente de Ciudadanos adopta un tono más crítico para referirse a "dos vacíos legales flagrantes" que afectan a la Corona. Uno, afirma Rivera, relativo a la "ausencia de una ley que debería regular el Estatuto de la Corona y de la Casa Real y que permitiría saber quiénes son considerados miembros de la Casa Real y quiénes simplemente familiares, lo que determinaría las incompatibilidades entre la vida pública, la privada y los negocios".
En segundo lugar, prosigue el autor, sería "un error" dejar al margen de la Ley de Transparencia, es decir, exenta de los criterios de transparencia, a la Jefatura del Estado. La normativa elaborada por el Gobierno de Mariano Rajoy sigue sin obligar a la Casa del Rey a dar detalle del patrimonio de Don Juan Carlos o de los gastos de la Corona repartidos por diferentes ministerios.
La estrategia de Obama
Modernizar el modelo de Estado autonómico, reformar o suprimir el Senado, revisar el funcionamiento de las diputaciones o fomentar la fusión de ayuntamientos son algunas de las recetas que Rivera plantea en el libro, cuyo prólogo lo firma Juan Verde, exasesor del presidente estadounidense, Barack Obama. El autor explica en el ensayo su experiencia personal en Washington y las similitudes de Movimiento Ciudadano con la estrategia que lanzó el jefe del Gobierno de Estados Unidos en 2008: "En 2013 me plantee extrapolar el modelo de movilización ciudadana que impulsó Obama para transformar la vida pública y democrática española".
Rivera mira ya a la generales de 2015 y se inspira en un giro retórico del filósofo Fernando Savater: "¿Cuál es la diferencia entre un súbdito y un ciudadano? Los súbditos son los que preguntan qué nos va a pasar mañana y los ciudadanos somos los que nos preguntamos qué vamos a hacer mañana".