El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ha defendido este miércoles la existencia del conocido como "impuesto al sol" a pesar de que el acuerdo de investidura de Mariano Rajoy entre el Partido Popular y Ciudadanos contempla su eliminación. "Se eliminarán las dificultades que pudieran existir al autoconsumo eléctrico eficiente (coloquialmente conocido como impuesto al sol) con el fin de promover un marco regulatorio estable y propicio", reza el acuerdo.
Para Nadal, el pacto habla de autoconsumo eficiente y, acto seguido, de quitar los obstáculos si los hubiere, "yo no tengo ninguna duda de que la regulación actual no tiene ningún obstáculo al autoconsumo eficiente", ha afirmado en declaraciones a la prensa. Durante su intervención previa en unas jornadas sobre energía, Nadal ha abogado por un pacto de Estado sobre energía, para que las cuestiones energéticas estén alejadas de las políticas, al mismo tiempo que ha pedido que no se vuelvan a cometer las "barbaridades" que pusieron en jaque al sistema eléctrico, en referencia a las primas pagadas a las renovables, entre otras cuestiones.
Lo que se hizo hace años de traer al presente el futuro y cargarlo en la factura del cliente fue una barbaridad", dice Nadal
En su opinión, la política energética de las próximas dos o tres legislaturas debe centrase en lograr una transición eficiente hacia unas energías renovables dominantes, pero económicamente sostenibles para que no vuelva a generar déficit. "Lo que se hizo hace años de traer al presente el futuro y cargarlo en la factura del cliente fue una barbaridad. No tiene explicación que España tenga el 70% de las plantas fotovoltaicas del mundo, cuando el kilovatio cuesta 14 veces más. Ni somos tan grandes ni tan ricos como para permitirnos eso", ha lamentado Nadal.
En su opinión, cumplir este objetivo incluye "no introducir costes innecesarios o no hacer caso a líneas propagandísticas como la del impuesto al sol, que si pregunta a la gente nadie sabe lo que es". Hay que ordenar racionalmente los recursos energético y, por eso, sería interesante pensar en una política energética "con la menor interferencia política posible", ha señalado.