El Partido Popular convocó elecciones en Castilla y León con el objetivo de alcanzar una cifra de procuradores próxima a la mayoría absoluta (41) que le permitiera gobernar en solitario. La realidad, sin embargo, ha sido muy diferente: Mañueco solo ha obtenido 31 escaños y queda en manos de Vox, que ha pasado de 1 a 13. Tanto el candidato como Génova hablan de "diálogo" con todos los partidos para lograr un "gobierno del PP". No obstante, cargos del partido ya asumen en privado un pacto con los de Abascal.
Una vez confirmados los resultados, desde la dirección nacional del PP se empezó a hablar de "cambio de ciclo" y de "objetivo cumplido" con las elecciones en Castilla y León. El partido, que pasa a ser la primera fuerza política en la región, se ha dejado, no obstante, casi 55.000 votos y ha bajado un 0,06% con respecto a 2019. Un balance final que, unido al fuerte incremento de Vox, pone muy difícil el objetivo de un gobierno monocolor como el de Isabel Díaz Ayuso en Madrid.
Santiago Abascal, de hecho, ya ha dejado claro que su partido exigirá entrar en el próximo ejecutivo de Castilla y León: "Tenemos el derecho y el deber de formar gobierno". Añadió, además, que a su candidato, Juan García-Gallardo, se le está poniendo "cara de vicepresidente".
Baño de realidad en CyL
Las palabras del líder de Vox no han provocado, todavía, ningún tipo de reacción pública por parte de Pablo Casado o su equipo de colaboradores más cercanos. En el PP se espera al anunciado "diálogo" con el resto de partidos antes de hablar de pactos, pero importantes cargos populares reconocen que el gobierno con los de Abascal es totalmente inevitable.
Algunos dirigentes del PP en Castilla y León consultados por Vozpópuli advierten, incluso, que "los que mandan en Vox a nivel regional ya nos han advertido que tienen el mandato desde Madrid de entrar en el gobierno y que de ahí no se van a mover". La situación, por tanto, "es complicada y hay que empezar a asumirla cuanto antes".
Habrá que negociar y pactar con ellos, porque la realidad es que no vamos a poder gobernar en solitario
Aunque aún es pronto para hablar de consejerías, los cargos regionales del PP contactados dan por hecho que Vox reclamará aquellas carteras "en las que puedan imponer sus políticas". Se teme, en ese sentido, que "exijan Educación"; una condición que es "no debería ser asumible" para el Partido Popular.
En esa 'quiniela' de consejerías a reclamar con Vox, las mismas fuentes también señalan Agricultura y Juventud, añadiendo, además, que éstas podrían ser algo más "digeribles" para los populares: "Son dos que ellos pueden reclamar, a tenor de lo que nos llega. Habrá que negociar y pactar con ellos, porque la realidad es que no vamos a poder gobernar en solitario".
Día difícil para Casado
La realidad que se empieza a asumir en el PP es la de ese pacto obligatorio con Vox, a pesar de los mensajes optimistas difundidos desde Génova. Las fuentes consultadas por Vozpópuli dejan a las claras el estado de ánimo en el partido de puertas para adentro: "Ha sido mucho peor de lo esperado. Se puede hablar de fracaso".
Los objetivos, añaden, "no se han cumplido" y los resultados definitivos dejan en una posición complicada a Pablo Casado: "Quería gobiernos en solitario en Madrid, Castilla y León y Andalucía para vender él lo mismo de cara a las elecciones generales, pero ha conseguido justo lo contrario".
Quería gobiernos en solitario en Madrid, Castilla y León y Andalucía para vender él lo mismo de cara a las elecciones generales, pero ha conseguido justo lo contrario
Con el futuro gobierno de Mañueco con Vox, "se nos complica ganar las generales" y, además, "ofrecemos a Sánchez el argumento que esperaba para esos comicios". En ese sentido, desde el PP tienen claro cuál va a ser el mensaje del presidente: "Él venderá que o gobierna él o gobierna Vox, y puede aglutinar todo el voto de la izquierda mientras nosotros seguimos divididos".
Casado, por su parte, deberá cambiar de nuevo su discurso y hacer frente a las críticas internas que puedan surgir en los próximos días: "A Mañueco le va a salvar que ha ganado las elecciones y que éstas han sido lanzadas desde Génova. Pero dentro del partido muchos van a pedir explicaciones a la cúpula por lo ocurrido".
El presidente nacional, de momento, solo ha publicado un tuit celebrando la victoria de Alfonso Fernández Mañueco y anunciando un "cambio de ciclo" en España. El análisis de lo ocurrido en Castilla y León, y los posibles pactos, quedan pospuestos a un Comité Ejecutivo Nacional con los barones y el resto de dirigentes del partido que aún no ha convocado.
Un "error de cálculo"
Los dirigentes del PP contactados por Vozpópuli afirman, en ese sentido, que "la impresión es que a Casado le han podido las prisas" a la hora de convocar estos comicios: "Sabe que solo le quedan unas generales para ganar a Sánchez y llegar a La Moncloa y quiso precipitar las elecciones en Castilla y León, y después en Andalucía, para desgastar al presidente e ir a esa batalla reforzado a nivel territorial".
Ahora, sin embargo, tendrá que hacer frente a esa batalla en las urnas con el hándicap del pacto con Vox que, según estas mismas fuentes, se podría haber evitado de "haber medido mejor los tiempos".
Teníamos que haber esperado a convocar elecciones a la tramitación de los Presupuestos
En ese sentido, cargos del PP de Castilla y León afirman que "teníamos que haber esperado a convocar elecciones a la tramitación de los Presupuestos". Si no salían, explican, "ya tendríamos argumento". Y, de salir adelante, "en marzo estaba el riesgo real de una nueva moción de censura". En diciembre, sin embargo, "nadie entendió ese adelanto".
Tampoco resultó creíble, en su opinión, "culpar a Ciudadanos" del adelanto. Con ello, añaden, "les hemos hecho un favor, porque iban a desaparecer y al final su electorado ha reaccionado". Lo ha hecho, además, en un momento en el que "la ciudadanía estaba en contra del partido por las restricciones aprobadas desde su consejería de Sanidad".
La "puntilla", añaden, fue el error de Alberto Casero en la votación de la reforma laboral: "Ya habíamos bajado de 35 a 33 procuradores, pero desde entonces todas las encuestas nos situaron por debajo de 33. Y la previsión se ha cumplido".