El Gobierno de España pretende renovar las relaciones con Marruecos, deterioradas en los últimos tiempos por conflictos en materia de inmigración, pesca o comercio, pese el alineamiento sin condiciones con Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental, una ex colonia española aún por descolonizar, lo que ha provocado tensiones con Argelia y ha quebrado 47 años de neutralidad activa mantenida por sucesivos gobiernos españoles de distinto signo. Albares ha designado al diplomático sevillano, Enrique Ojeda como embajador de España en Rabat. Ojeda, según adelantó The Diplomat in Spain, será nombrado embajador en Rabat,en el próximo Consejo de Ministros, sustituyendo al veterano Ricardo Díez-Hochleitner, actual jefe de la legación diplomática que ha batido todos los récords: cumplidos los 70 años, lleva ocho y medio al frente de la Embajada en Rabat, una de las más delicadas de la diplomacia española. Díez-Hochleitner entrega el cargo manteniendo buenas relaciones con el Palacio Real marroquí ya que fue secretario general de la Casa Real española.
The Diplomat in Spain, aseguraba hace unos días que el Ejecutivo ya habría solicitado al país vecino el plácet para Ojeda, que ha sido jefe de Misión Diplomática en Chile, Bolivia y El Salvador. Además de haber servido en las embajadas de Guatemala y Bolivia. De hecho, hasta su nombramiento, Ojeda es hasta ahora director de Casa América .
No se entiende demasiado que Albares haya designado a este diplomático sevillano que carece de experiencia con el Magreb, salvo su etapa al frente de la Fundación Tres Culturas, para una embajada tan delicada como es la de Marruecos. Ojeda dirigió durante un lustro esta fundación que fue creada en 1998 por Marruecos y la Junta de Andalucía para promover el diálogo entre "pueblos y culturas del Mediterráneo". Actualmente está tutelada por los reyes de España y Marruecos, Felipe VI y Mohamed VI. Fuentes diplomáticas apuntaban hacia otros perfiles con mayor experiencia y del entorno del PSOE como el actual embajador en Berlín, Ricardo Martínez Vázquez, la secretaria para la Unión Europea de Exteriores, María Lledó Laredo, o el director general para el Magreb, Mediterráneo y Oriente Próximo, Alberto José Ucelay Urech.
Pese a no ser uno de los de esta lista, el nombramiento de Ojeda está llamado a aplacar los ánimos entre los diplomáticos españoles, que han criticado en las últimas semanas los nombramientos de embajadores políticos que no han hecho la carrera diplomática, como el exministro Miquel Iceta en la Unesco o el también exministro Héctor Gómez en la ONU.
Ojeda, muy cercano al PSOE andaluz
Enrique Ojeda, formó parte de la Junta de Andalucía cuando estaba gobernada por el Partido Socialista. Allí fue secretario general de Acción Exterior, tras lo que pasó a ejercer como director general de Cooperación Autonómica en el Ministerio de Política Territorial y Administración Pública entre abril de 2009 y 2011, cuando era presidente en Andalucía José Antonio Griñán, y José Luis Rodríguez Zapatero finalizaba su etapa al frente del Gobierno de España.
Condenados a entenderse
Además de compartir fronteras, España y Marruecos están 'condenados' a entenderse. Uno de los grandes retos a los que se enfrenta Enrique Ojeda, además de renovar los acuerdos pesqueros que siguen sin avances, es la celebración conjunta del mundial de fútbol en 2030 de España, Marruecos y Portugal. El país marroquí ya adelantó unilateralmente la candidatura triple a la competición y volvió a hacerlo hace unas semanas con la presentación del logotipo del Mundial. Además, están peleando duramente para alojar la final del campeonato tras anunciar la construcción de un gran estadio cerca de Casablanca con capacidad para 115.000 espectadores.
Stirner
"carece de experiencia con el Magreb, salvo su etapa al frente de la Fundación Tres Culturas" ¿La parece poco?