La actualidad política andaluza pasa por el cara a cara entre Pedro Sánchez y Juan Manuel Moreno Bonilla del día 20 en Moncloa. Pero en las filas socialistas, el runrún de fondo se dirige al secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, que suena como relevo a la ministra de Transición Ecológica. Todo apunta a que Teresa Ribera se instalará en Bruselas.
Consultado por esta posibilidad, Espadas no lo descartó en el plató de 'Canal Sur', “hemos hablado de muchas cosas este verano... pero esas cosas es el presidente el que las decide cuando él considera”, aclaró afirmando que “todavía no es el momento” de tratar esa cuestión, ya que Ribera aún debe ser confirmada como Comisario en el Parlamento Europeo.
Repreguntado, insistió en que aún “no hay ni puerta abierta ni puerta cerrada, es una decisión del Gobierno y yo estoy centrado en el trabajo en Andalucía y quiero seguir centrado y concentrado”. Sin embargo, hay una obviedad confirmada, Espadas está en manos del presidente del Gobierno.
Las dudas en torno al liderazgo del que fuera durante dos legislaturas alcalde de Sevilla en el PSOE andaluz son recurrentes. El sevillano derrotó en las primarias a la presidenta Susana Díaz, pero los resultados electorales no le respaldan. Tampoco las encuestas de intención de voto.
El socialista andaluz lleva ya más de tres años al frente de la oposición, pero apenas araña votos o intención de voto al popular Moreno Bonilla, cuyo mandato es cada vez más estable. El PP andaluz es, junto a Galicia, Madrid, La Rioja y la Castilla de Page, uno de los gobiernos que no dependen de equilibrios parlamentarios en su mandato.
Ante las dudas en las filas socialistas, Espadas recalca que son las voces habituales de un sistema democrático, y afirmó que “representan a una minoría”, retando a las voces discordantes del PSOE a enfrentarse en unas futuras primarias que tendrían lugar tras el gran Congreso Federal que el PSOE realizará en Sevilla a inicios de diciembre. Por lo pronto, las organizaciones provinciales de Málaga y Sevilla mantienen su lealtad a Espadas.
Moreno tienen la oportunidad de reclamar y no solo confrontar
Espadas es uno de los principales elementos de la correa de transmisión de las medidas del Ejecutivo. No en vano, asumió el ingrato encargo de ser portavoz del PSOE en un Senado donde la hegemonía del PP es aplastante, con 145 escaños por solo 89 de los socialistas.
Espadas presenta la reunión de la Moncloa entre Moreno Bonilla y Sánchez como “una oportunidad” y recordó que la Junta ya tiene una hoja de ruta por la que reclamar al Estado más financiación. Los partidos mayoritarios acordaron en el Parlamento andaluz en 2018, una norma para reivindicar y reparar la infrafinanciación andaluza, algo que además contempla el Estatuto de Andalucía.
El líder de los socialistas andaluces invita a Moreno Bonilla a aprovechar la oportunidad para pedir más dotación, siempre y cuando, se usen esos fondos para blindar derechos sociales y servicios públicos, y no para “seguir contribuyendo a ese dumping fiscal, esa carrera entre autonomías por bajar impuestos”, apuntando a la gestión económica de comunidades como la propia andaluza o la madrileña.
Espadas insiste en rechazar el concepto de “cupo catalán”, “¿dónde habla de cupo el acuerdo? no se establece en ninguna parte”, asegura. El pacto sí habla, asegura Espadas, de "solidaridad” entre regiones, se garantiza que Cataluña “por más que gestione el 100×100 de sus tributos, lo que no puede hacer es quedarse con la totalidad de esos ingresos”.
Pide a Moreno Bonilla que vaya a la Moncloa con mentalidad de acuerdo, “no para quejarse” y reivindicó, con mensaje dirigido al ministerio de Hacienda, que la población sea el eje del reporto de fondos para las comunidades. Andalucía, según Fedea, recibe 180 euros menos por habitante que la media nacional.
Por último, aludió también a las divisiones internas en el PSOE respecto a las consecuencias que implica la investidura de Salvador Illa en Cataluña. Cuestionado por la impostura de Javier Lambán, el sevillano asume que el secretario general del PSOE aragonés tenga una “postura legítima en lo personal”, no obstante, alude al cierre de filas en torno a Sánchez, “debe responder a la dinámica del grupo parlamentario con un voto coordinado”.