"Error" y "barbaridad" son los términos empleados por el candidato del PSOE-A, Juan Espadas, para referirse a la opción planteada días atrás por la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, en cuanto a la posibilidad de abstenerse, tras las elecciones del 19 de junio, con el fin de que Juanma Moreno pudiera gobernar en solitario, sin incluir a Vox en una hipotética coalición.
“Inmaculada Nieto no pensó bien el alcance de esa frase y es un error", ha reprochado Espadas a su rival por la izquierda. El sucesor de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz cree que "estamos en unas elecciones en las que el votante vota izquierda o vota derecha". Por tanto, se ha preguntado en voz alta: "¿Cómo le vas a decir a un votante de izquierdas que su voto va a servir para que no gobierne la extrema derecha? eso es una barbaridad", considerado de lo afirmado por la citada dirigente de Izquierda Unida.
El candidato del PSOE-A ha hecho estas declaraciones durante un desayuno informativo de Europa Press, celebrado en la Fundación Cajasol de Sevilla, donde se ha mostrado partidario de reeditar en Andalucía el gobierno en solitario que llevó a cabo, durante dos legislaturas, en el Ayuntamiento de Sevilla, al pactar a derecha e izquierda, sin integrar a Izquierda Unida y Podemos en su Ejecutivo municipal.
La búsqueda a la desesperada del votante de centro y centro izquierda, en una batalla abierta con Juanma Moreno, lleva a Juan Espadas a asegurar que él "siempre" va a optar por gobernar "en solitario" desde el palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía.
Con esta estrategia Espadas intenta ahuyentar el 'fantasma' del llamado "Gobierno Frankenstein" que agita el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a su vez candidato del PP-A, cuando habla de "batiburrillo de partidos" al referirse a la suma del PSOE, la coalición Por Andalucía y Adelante Andalucía. Llama la atención que el gobernante centrista se encarga siempre de nombrar especialmente a la candidata de la última formación mencionada, Teresa Rodríguez, a la que se refiere con el térmimo "nacionalista".
"No tengo ningún miedo a gobernar en minoría" en Andalucía, ha enfatizado Espadas, "otra cosa son los acuerdos" y pactos de legislatura a los que, hipotéticamente, podría llegar con el resto de partidos de izquierdas. Un escenario, en cualquier caso, que suena a quimera y ficción política, si se tiene en cuenta que los partidos a la izquierda del PSOE (excepto Adelante Andalucía) buscan reeditar en esta comunidad autónoma el acuerdo de gobernabilidad que une actualmente a Pedro Sánchez con Unidas Podemos en el Ejecutivo central.
Una vez ha expresado sus preferencias de gobernar solo Espadas ha derrochado elogios hacia la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, con quien ha dicho mantener "una magnífica interlocución". El perfil moderado de Nieto, a la izquierda del PSOE andaluz, no deja de ser inquietante para los asesores de campaña de Espadas. Está claro que hubieran preferido un perfil más radical, en sintonía con las tesis de Unidas Podemos. Sin embargo, la elegida ha sido una dirigente de Izquierda Unida, veterana del Parlamento andaluz, que le puede pasar factura al máximo rival de Moreno Bonilla cogiéndole votos en la socialdemocracia, al estilo de Mónica García en Más Madrid, como ocurrió con Ángel Gabilondo.
Espadas ha criticado, en alusión al PP andaluz, la "cara dura" de "la derecha" que pide que se deje gobernar a la lista más votada en las elecciones "cuando hizo lo que hizo en 2015", negándose a facilitar la investidura de la socialista Susana Díaz como presidenta de la Junta, que se demoró casi tres meses, o en 2018. También, ha recordado, cuando pactó con Ciudadanos y Vox para posibilitar la investidura de Juanma Moreno como presidente pese a que el PSOE-A había sido el partido ganador de las elecciones.
A juicio del exalcalde de Sevilla estas elecciones, "desgraciadamente, no van de PP o PSOE, sino de PP con Vox, o de PSOE con el acuerdo de otras fuerzas políticas de izquierda", por lo que el "voto de izquierda" debe ir "a la izquierda, y el voto de la derecha a la derecha", y "los trasvases de voto se producirán entre Vox y el PP".
En esa línea, ha incidido en que una "persona moderada que no quiera políticas regresivas que recorten derechos o privaticen servicios públicos no puede votar en ningún caso al moderado que dice serlo, pero que con la otra mano vota con Vox", en alusión al presidente de la Junta y candidato del PP-A, Juanma Moreno.