Veinte largos años han pasado desde que el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía firmasen el acuerdo para llevar a cabo lo que hoy es una realidad: la ciudad de la Justicia de Sevilla. No obstante la mudanza de los órganos judiciales está prevista que se haga de manera progresiva en los próximos cinco años, hasta 2028 esta ciudad de la Justicia estará en construcción.El primero en inaugurar la sede ha sido el Juzgado de lo Mercantil número 4, que este martes se ponía en marcha al ser de nueva creación. Tras este, más de un centenar de órganos judiciales esperan su momento. A lo largo de noviembre se mudarán los otros tres mercantiles y los 13 contencioso-administrativos, y en junio de 2024 los primeros de Primera Instancia. Desde la Consejería de Justicia se ha hablado de 2028 como fecha clave para culminar los traslados pero también dependen de los operadores jurídicos.
La junta de jueces de lo Contencioso-administrativo de Sevilla, que tienen previsto su mudanza la próxima semana, se reunió tras la inauguración de la Ciudad de la Justicia y ha expresado sus quejas por el tamaño de los despachos que tendrán en el nuevo complejo judicial en el campus de Palmas Altas. Esta junta ha detectado una serie de deficiencias, como que "no se ha resuelto el acceso de vehículos a los aparcamientos" y en la primera planta, donde se ubican las salas de vista "se carece de rotulación alguna con la que poder discernir el equipo rector así como los funcionarios pertenecientes a este órgano”.
Otras quejas se refieren a la "falta de sillones" en las salas de espera y a que "no están instalados los equipos informáticos de los funcionarios". De la misma forma, tras el acceso a las plantas segunda y tercera del edificio A del complejo Palmas Altas, donde se trasladarán 13 juzgados de lo Contencioso-Administrativo, dichas plantas se encuentran en fase de ejecución de obras, acometiéndose éstas en los futuros despachos de los magistrados/as y Letrados de la Administración de Justicia (Lajs).
La Ciudad de la Justicia de Sevilla será la “más moderna” de España pero de momento no cumple los requisitos mínimos que exigen los magistrados. Han sido los propios jueces los que han ido ralentizando “la mudanza” a la nueva sede alegando razones operativas. La Ciudad de la Justicia de Sevilla, se ha anunciado como la segunda mayor de España cuando se termine y, sobre todo, como la más moderna, no obstante no es esa la opinión de los profesionales que destacan además de los problemas de acceso, movilidad y aparcamiento que ya se habían detectado, las dimensiones “escasas” de los despachos de los magistrados y otras deficiencias que se detectaron en el primer día de trabajo en la antigua sede de Abengoa.
Los despachos el principal escollo de los magistrados
Sobre su espacio de trabajo, los magistrados han sido muy contundentes. “Nuevamente se constata lo escaso de las dimensiones de los despachos” de los magistrados, “de forma que con la mesa y equipamiento informático, apenas cabe un armario de pequeñas dimensiones”, explicando que en todo caso no podrían albergar “el número de procedimientos y material de trabajo”, como libros o asuntos pendientes.
Y no sólo falta espacio, sino que carecen de “toguero y banderas, así como retrato de S. M. el Rey. Elementos que apenas caben en escaso espacio”, se lamentan, apuntando que “habría que ubicar los armarios en el exterior, con el consiguiente déficit de seguridad”, señalan.“La mesa de trabajo no responde al concepto de dignidad de la función judicial”. En cuanto al espacio existente entre cada dos despachos, que entienden que debiera tener “puertas correderas que faciliten la comunicación interior”, apuntan que podría ser el que acogiera los togueros y otros elementos, mientras critican que faltan sillones en la sala de espera.
Y concluyen su comunicado con una denuncia de la fase de traslado de los juzgados a Palmas Altas: “Por lo demás, no están instalados los equipos informáticos de los funcionarios”, mientras señalan las obras que aún se acometen en las plantas segunda y tercera, donde se instalarían los juzgados del Contencioso-Administrativo y del Mercantil de aquí al 24 de noviembre.
La Consejería asegura que no tiene constancia de dichas reclamaciones
Fuentes de la Consejería de Justicia han asegurado que no tienen constancia del escrito de la junta de jueces, por lo que han mostrado su sorpresa por el hecho de que la administración que tiene la competencia no haya sido la primera en conocer la postura de los jueces. No obstante aseguran que el tamaño de los despachos que el mismo estaba "consensuado" con los jueces, quienes "sabían que iban a tener un despacho compartido para cada dos jueces".
Sobre por qué no hay una puerta corredera, la explicación está en que cuando la sala compartida sea utilizada por otro juez "si se pone una puerta corredera de cristal, no va a garantizar la misma insonorización que una mampara completa". Así, lo único que tienen que hacer para salir de un despacho a otro es dar "cuatro o cinco pasos, porque las puertas son contiguas, y esto permite ganar más confort e insonorización" que si se colocaran puertas correderas.
Sobre la falta de los togueros y los cuadros del rey Felipe VI, la Consejería afirma que se irán llevando "conforme se vayan trasladando los juzgados" a Palmas Altas, porque no se les pueden quitar sus togueros, ni sus cuadros, ni sus banderas hasta que se produzca el traslado efectivo. El único juzgado que está funcionando ahora mismo en la Ciudad de la Justicia, el Mercantil número 4, tiene sus banderas y sólo le falta el toguero y el cuadro del Rey, que le serán enviados, si bien el juzgado "está ahora mismo sin juez porque el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no ha resuelto aún el concurso", pero en cualquier caso "se colocará antes de que llegue" el magistrado.
Sobre los ordenadores de los funcionarios, las mismas fuentes han indicado que ahora están allí la de los destinados en el Mercantil 4, mientras que "el resto de los ordenadores no se pueden llevar hasta que se trasladen a Palmas Altas". La Junta señala que el traslado es de un día para otro, es decir, el juzgado funcionará un día en la sede judicial de Viapol y al día siguiente arrancará en Palmas Altas, de modo que el traslado de los ordenadores de los funcionarios se haría esa misma tarde-noche.
En cuanto a las quejas de las mesas, se trata de una "estética acorde al edificio", han señalado las fuentes, que han concluido que si estos son los problemas que plantean los jueces, el traslado va bien, recordando que la mudanza es "muy complicada y se está haciendo con las mejores intenciones y la mejor agilidad posible".