Susana Díaz está de vuelta, si es que alguna vez se fue. La que fuera presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz está contando su visión del relato reciente de la historia del socialismo andaluz. Una visión en la que ella fue víctima de las maniobras del exsecretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos, hoy fuera del partido y al borde de la imputación.  

El baile de 'zombis' y acusaciones “no ayuda” a la labor de la oposición en Andalucía. Desde la dirección socialista afean la actitud de Susana Díaz. La expresidenta está “ayudando al ruido de la derecha”, dice el actual presidente del PSOE en Andalucía, Manuel Pezzi, que asegura que Susana Díaz está contando “historias soñadas y excusas” al aludir a Ábalos con una “triquiñuela”.  

“Olvidar la realidad no es buen criterio para poder cambiarla. Yo favorecí la sustitución de Susana Díaz, que debió dimitir al día siguiente, tras perder el gobierno de la Junta”, explica. Pezzi, a través de X evoca la hecatombe que vivió el socialismo andaluz el 2 de diciembre de 2018, cuando el PP arrebató el poder a los socialistas tras casi cuatro décadas, a pesar de ser entonces el partido más votado. Desde entonces, la caída del socialismo andaluz es progresiva.  

Pezzi reprocha además a Diaz que no se celebrara un nuevo Congreso Regional tras la derrota, una falta de reacción que permitió a los de Moreno Bonilla consolidar su gobierno. Hoy, el PP tiene un segundo gobierno con mayoría absoluta. 

Crecen las voces de descontento 

La lucha por el relato que ejemplifica el comunicado del presidente del PSOE andaluz a la expresidenta Susana Díaz no es solo una cuestión de batallitas. Susana Díaz reaparece para hacer dudar el liderazgo actual de Juan Espadas de cara al Congreso Federal que Pedro Sánchez ha emplazado en la capital de Andalucía.  

La cita pretendía ser una fiesta de comunión que reforzara al gobierno progresista tendente a la federalización de España en el que fue el bastión socialista hasta hace un lustro. Pero “un pequeño grupo que añora el pasado que ellos protagonizaron” está aguando la fiesta, lamenta Pezzi. 

El líder de la oposición, Juan Espadas ha visto en las últimas semanas cómo le crecen los enanos. Hay voces, aún minoritarias, que desde las bases socialistas ponen en duda el liderazgo de Espadas y reclaman una voz con acento andaluz y con más autonomía de los dictados de Ferraz.  

La punta del iceberg del descontento socialista es Susana Díaz, por todo lo que representa. La que fuera la némesis de Pedro Sánchez en la puja por la secretaría general recuerda ahora que ella fue defenestrada por Ábalos. 

Díaz aseguró en un plató de televisión donde preserva su cuota de pantalla como tertuliana que Ábalos fue el responsable de sacarle de la dirección regional del partido antes de las primarias de junio de 2021. Una cita en la que Espadas le arrebató el puesto, pero antes, siempre según Susana Díaz “se llamaba a la gente a un hotel, durante 15 días, para cambiarle el voto en las primarias”.  

Esas llamadas las hacía el hoy innombrable. “Nos llamaron degenerados cuando nosotros salimos sin una denuncia y ahora nos comemos lo que estamos viendo, me duele y me indigna”, dice Díaz, que asegura que acudió a las primarias en las que fue derrotada por Espadas “muerta en vida, como el Cid Campeador”. La historia dice que Espadas, entonces alcalde de Sevilla, derrocó a Díaz por casi 17 puntos de ventaja gracias a los votos de la militancia andaluza. 

¿Estará Díaz en el congreso de Sánchez en Sevilla?   

La cita del próximo Congreso Federal mostrará como convive el PSOE con su pasado reciente. Los traumas parecían haber sanado tras la intervención del Tribunal Constitucional en la sentencia de los ERE que, con ciertos matices, han restituido a figuras históricas del partido como Manuel Chaves y José Antonio Griñán. 

Espadas aseguró que “se invitará, como siempre se ha hecho, a aquellas personas que tienen o han tenido responsabilidades”, en referencia a estos dos expresidentes. Sin embargo, hay dudas sobre si asistirán figuras más incómodas para Pedro Sánchez: Susana Díaz o Felipe González. Ante esto, Espadas rebaja su declaración para Chaves y Griñán, “aquellos que están alejados de la primera línea política o están a otro tipo de tareas, evidentemente no son las personas elegidas para esta delegación”. La fiesta de Sánchez en Andalucía mostrará la capacidad de asumir críticas internas en un Congreso Federal en el que la lista de invitados está cobrando relevancia.