Las rencillas entre un matrimonio, el motivo de las dos muertes en el tiroteo de las Tres Mil Viviendas

Los clanes de etnia gitana que viven en las Tres Mil Viviendas, siguen solucionando sus problemas a tiros, a navajazos o a lo que sea necesario. La impunidad que tienen es evidente y es que además la policía no tiene los medios suficientes para parar esta escalada de violencia familiar, ya que con el narcotráfico, los pisos dedicados a cultivar la marihuana son cada vez más numerosos, las armas y los robos, los agentes encadenan un servicio con otro.

En esta ocasión, el enfrentamiento entre dos clanes ha ido más allá. Uno de ellos, el de la familia del novio es de las Tres Mil Viviendas y cuenta con numerosos antecedentes delictivos, la mayoría por narcotráfico, y cuenta con varios de sus familiares en prisión. El otro clan, familia de la novia, se desplazó desde Palmete, avisado por ella y fueron los autores del atropello mortal del hombre que portaba el arma de fuego.

Israel, que así se llamaba el primer fallecido, hacía alarde de su arma incluso por redes sociales, el comisionado del polígono sur, Jaime Bretón ha pedido al Gobierno el desarme del barrio. Ya que, asegura, la mayoría de las incautaciones de armas de fuego se producen durante operativos contra el narcotráfico. Por ello, ha pedido que se hagan controles aleatorios igual que se hacen para localizar personas, vehículos robados o pequeñas cantidades del menudeo de droga.

Pero había armas de fuego y se emplearon. De hecho fue Israel el que recibió prácticamente a los miembros del otro clan que venían de Palmete en coche, con varios disparos al aire. Tras esto fue atropellado y apuñalado, Israel fue la primera víctima, llegó al hospital Virgen del Rocío, donde trabajaba en el servicio de limpieza, en estado crítico y falleció a las pocas horas. Varios de sus familiares, entre ellos uno de sus hijos, están heridos graves, con lesiones de arma blanca y de fuego. También entre ellos se encuentra una joven a la que la pericia y la profesionalidad de tres policías nacionales le salvaron la vida. A la llegada de los agentes la joven tenía una cuchillada y tenía seccionada la femoral, los agentes le hicieron un torniquete y mientras uno taponaba la herida los otros dos la trasladaron al hospital en el propio patrullero. Otro de los heridos, en estado crítico, fue operado en la tarde de ayer a vida o muerte porque tiene afectada la médula, de sobrevivir, lo hará con condiciones especiales.

La familia rival, que reside en Palmete, y que fueron los que atropellaron presuntamente a Israel, también cuenta con un fallecido ,se trata de un joven que iba con su padre y un hermano menor de edad en el coche y fue alcanzado por una bala que se le alojó en el cuello. Este fallecía a mediodía de ayer lunes el hospital Virgen del Rocío horas después de ingresar en estado muy grave, y pese a que el personal sanitario hizo todo lo que estaba en su mano para salvarlo.

La policía mantiene un fuerte dispositivo policial en las inmediaciones del Hospital Virgen del Rocío, ya que hay heridos de ambas familias en el centro hospitalario y quieren evitar nuevas afrentas. Hay otra niña, herida leve, una menor de 12 años que se asomó a la ventana al escuchar el jaleo y fue alcanzada por una bala perdida, tuvo suerte que sólo le rozó.

Un matrimonio mal avenido el origen de la tragedia

Parece que el matrimonio que unía a ambos clanes fue precisamente lo que hizo estallar la guerra. La tensión entre ambas se había incrementado en las últimas semanas, ya que el marido había sido ingresado de urgencia por una tentativa de suicido, y la mujer no estuvo a su lado. La noche del domingo la joven se encontró con familiares de su novio, y asustada llamó a los suyos. Todo comenzó como una discusión que fue subiendo de todo pero acabó a tiros y navajazos, porque cuando Israel sacó el arma los otros respondieron, con armas blancas y se desató la tragedia.

Investigación en marcha y un detenido

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en Sevilla se ha hecho cargo de la investigación del suceso y ya detuvo en la tarde de ayer a un primer sospechoso, que tras las primeras pesquisas pudo participar en los hechos. Según confirmaba el propio delegado del Gobierno, Pedro Fernández, se trata de un menor de edad, y previsible que se produzcan más detenciones ya que en la pelea participaron más de una decena de personas.

Pese a que aún en el día de hoy las huellas de lo sucedido son más que evidentes, en el barrio hay una calma tensa y sigue imperando la ley del silencio, nadie quiere hablar de lo sucedido a pesar de que ocurrió en plena calle y a la vista de todos.

La Policía Nacional ha desplegado a efectivos de la UPR y de la UIP en las Tres Mil Viviendas para evitar que se produzcan nuevos enfrentamientos. Este tipo de guerras entre clanes que acaban con víctimas son cuentas pendientes que siempre se intentan cobrar antes o después. Normalmente, y según la ley gitana por la que se rigen, uno de los clanes suele ser condenado al destierro y todos sus miembros tienen que abandonar la ciudad.