Pedro Sánchez ya tiene lo que quería, un profeta en Andalucía que divulgue e imparta a pies juntillas su doctrina: el 'sanchismo' más ortodoxo en la comunidad más poblada de España. Se llama Juan Espadas, es muy poco conocido en las provincias orientales, y este sábado ha sido bendecido en Sevilla, la ciudad donde es alcalde, por el secretario general del PSOE.
El presidente del Gobierno se ha desplazado hasta aquí, expresamente, para arropar al sucesor de Susana Díaz, la gran ausente del acto que ha congregado en el hotel Barceló Renacimiento a unos 400 militantes, en su mayoría cargos electos del socialismo andaluz, repartidos por las ocho provincias
“Dentro de poco vas a firmar los decretos como presidente-alcalde de Andalucía", le ha espetado Sánchez a su discípulo a modo de bálsamo, después del último sondeo del llamado 'Cis andaluz' que otorga al PP de Juanma Moreno una ventaja de casi 15 puntos sobre el sucesor de Díaz al frente del PSOE andaluz.
Sánchez se ha congratulado del proceso interno de primarias llevado a cabo por la federación andaluza, de ahí que haya felicitado a Espadas "por haber renovado y recobrado la ilusión", en una etapa de transición que ha descrito como "de guante blanco", si bien no ha estado exenta de numerosas tensiones, dada la presión de Ferraz para que la lideresa andaluza abandonara, cuanto antes, la secretaría general.
El PSOE andaluz, "ejemplo" para España
"Una vez más, habéis sido el ejemplo en el que nos miramos el conjunto de los socialistas españoles", ha llegado a decir Sánchez sobre el PSOE andaluz, a pesar de que Espadas, forzado por Díaz, tuvo que desvelar en rueda de prensa que, él personalmente, le había pedido que no dimitiera de su máxima responsabilidad en el partido. Todo ello tras filtrar Ferraz (falsamente) que ella se había atrincherado, lo que indignó a la trianera.
Después de arrinconar a Díaz y enviarla al Senado por designación autonómica, tras forzarse la dimisión de uno de los tres senadores socialistas de esta condición en la Cámara Alta, Sánchez se garantiza en la figura de Espadas un cheque en blanco y la paz social en la federación más influyente y numerosa del PSOE, de cara al 40 Congreso Federal de octubre.
"Lo que haga el Gobierno será lo mejor". Valga esta expresión de Espadas, reiterada cuando se produjo la polémica previa a la concesión de los indultos a los presos del procés, para expresar el grado de seguidismo y servilismo del nuevo líder del PSOE-A con respecto a cualquier línea de actuación de Moncloa, o de la dirección federal de su partido.
“Andalucía va a ganar de nuevo el futuro, trabajando con el Gobierno de España”, ha enfatizado Espadas. Ya dijo Susana Díaz que, sin ella, el partido se convertiría en una suerte de "delegación", o "sucursal" de Ferraz en Andalucía, sin identidad propia, ni autonomía. Los primeros días de Espadas parecen confirmar las tesis de su antecesora.
Este sábado el 'valido' de Sánchez en Andalucía ha vuelto a defender a capa y espada la gestión de su líder nacional en el Gobierno, la cual ha calificado de "valiente" durante la pandemia. Al mismo tiempo se ha comprometido a trabajar "a tope" de la mano de Ferraz "para salir cuanto antes de esta crisis con Andalucía a la cabeza".
Tras mostrar su "agradecimiento" a Susana Díaz, "por el ejemplo de una transición que hace que estemos hoy más unidos", no ha pasado desapercibido un mensaje que Espadas ha deslizado, entre líneas, al anunciar lo que piensa hacer para buscar la integración en el PSOE-A :"Garantizo que no vamos a despreciar ningún talento, pero no vamos a ir a buscar a a su casa a nadie en pijama, hay que dar un paso al frente".
"En pijama y zapatillas"
Cualquiera que conozca los hábitos y costumbres de la expresidenta de la Junta de Andalucía, empezando por los periodistas, sabe que ella misma contó que lo que más le gusta en su casa, cuando llega de un largo día de trabajo, es "estar en pijama y zapatillas". A buen entendedor pocas palabras.
Otra idea que Espadas, precedido en la palabra por su portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, ha repetido durante su intervención, en dos ocasiones, es que el PSOE necesita para Andalucía "un proyecto de cambio de verdad, no de pacotilla".
Sánchez ha llegado a Sevilla acompañado de dos pesos pesados de Ferraz, como son Adriana Lastra y Santos Cerdán, relevo de José Luis Ábalos en la secretaría de Organización, además de estar arropado por la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero.
Los tiempos venideros, a corto plazo, que afronta el nuevo PSOE andaluz son descritos por Espadas como el "mayor proceso de participación" hecho hasta ahora, en un partido que gobernó casi cuarenta años la Junta de Andalucía con la "modernidad" como divisa.
No obstante, si hay algo que no tiene el candidato a la Junta es la condición de modernidad, o novedad, si se tiene en cuenta que ha estado 30 años en la administración autonómica socialista en distintos cargos, incluidos los de viceconsejero y consejero en gobiernos de Chaves y Griñán. De ahí que al alcalde de Sevilla se le denomine "juntero de toda la vida" en los ámbitos políticos andaluces.
"El PSOE tiene que ser más PSOE que nunca. España y Andalucía necesitan un PSOE fuerte", ha arengado Espadas a la militancia para "recuperar cuanto antes el Gobierno de la Junta" y desarrollar, así las políticas de Sánchez que "necesita", a su juicio esta comunidad autónoma.
La visita de Sánchez a Sevilla, para arropar al candidato que teledirigió Ferraz contra Susana Díaz, se produce días después de que, al margen de Juan Espadas, no se haya presentado ningún precandidato más al proceso de primarias 'exprés' para elegir al nuevo líder. Una vez proclamado, el también candidato a la Junta de Andalucía cohabitará con los miembros de la Ejecutiva saliente de Díaz, que no se volverán a reunir hasta los días 6 y 7 de noviembre, fechas del 14 Congreso Regional que otorgará ya plenos poderes a Espadas para formar su propio equipo.
A partir del 7 de noviembre, cuando concluya el cónclave más importante de los socialistas andaluces, se conocerá qué grado de integración tendrá el sector 'susanista'. Todo ello después de que la exbaronesa autonómica reclamara, el pasado 12 de julio durante el Comité Director, que el nuevo PSOE "no deje fuera la mitad del talento". Se trató de una clara alusión a su porcentaje de más del 38% conseguido en las urnas internas, así como al 5% del tercer candidato en liza, Luis Ángel Hierro