El Juzgado de lo Penal número 10 de Madrid ha acordado suspender el juicio que arrancaba este lunes contra el empresario Javier López Madrid y el comisario jubilado José Manuel Villarejo por las presuntas amenazas, coacciones y agresiones a la doctora Elisa Pinto, en el que la Fiscalía interesa para cada uno 13 años y dos meses de cárcel. Fuentes jurídicas confirman a Europa Press que la decisión se adopta por enfermedad de uno de los letrados de la defensa.
Estas mismas fuentes explican que el aplazamiento llega como consecuencia de la presentación de un informe médico del letrado del propio empresario y adelantan que de momento no hay nueva fecha fijada para la celebración de esta vista, si bien apuntan que en cualquier caso se iría a 2025.
Fuentes del caso explican que la defensa del empresario había intentado hasta en tres ocasiones el aplazamiento del juicio sin éxito y que, ahora, ante el informe médico, el juzgado no ha tenido tiempo material para que un forense pudiera revisar el estado de salud del abogado.
En esta vista oral se juzgará tanto al empresario como al comisario jubilado por los presuntos delitos de lesiones, coacciones y amenazas a la doctora Pinto. La Fiscalía Provincial de Madrid solicitó en su escrito de acusación una pena de 13 años y dos meses de cárcel para ambos por esas supuestas amenazas y coacciones que de forma "reiterada" e "insistente" hicieron a la doctora Elisa Pinto para que no denunciara a uno de ellos.
En una nota informativa, recogida por Europa Press, el Ministerio Público explicaba que el "hostigamiento" llegó a tal punto que llegaron a agredir en dos ocasiones a la mujer y hasta ordenaron a personas desconocidas que se dirigieran a un hijo menor de edad de la víctima para decirle "también estamos pendientes de vosotros".
Por estas acciones, la Fiscalía les imputa delitos continuados de coacciones (tres años) y amenazas (un año y ocho meses), delitos contra la Administración de Justicia (un año y seis meses) y dos delitos de lesiones (tres años y seis meses cada uno).
Relación "estrecha"
Los hechos se remontan a 2012, cuando Pinto era jefa del servicio de dermatología del Hospital San Camilo y en su condición de médico especialista conocía a la familia de López Madrid, con quien al año siguiente comenzó una relación de "estrecha" amistad.
Según el relato que recoge la Fiscalía, a partir de entonces --y hasta septiembre de 2013-- comenzó a recibir regalos, mensajes subidos de tono, fotografías sexuales explícitas recíprocas o a tener encuentros "deliberadamente" casuales en sitios públicos (tiendas, restaurantes y lugar de trabajo). Además, durante esos meses mantuvieron "largas" llamadas telefónicas y una relación vía emails.
En septiembre de 2013, López Madrid contactó con Villarejo, entonces comisario de Policía adjunto a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía. De acuerdo al escrito del Ministerio Público, dicho contacto se estableció con la finalidad de hostigar a Pinto y evitar que le denunciara y, de paso, para que pusiera a su disposición particular los medios policiales necesarios para desacreditar las denuncias.
"Cloacas del estado"
Así, entre los meses de septiembre y diciembre la doctora comenzó a recibir llamadas telefónicas y mensajes amenazantes de López Madrid, diciéndole entre otras cosas, que había contratado a un comisario al que describió como las "cloacas del Estado" para que le ayudara a solucionar su resistencia, que era experto en generar coartadas falsas y en poner en su sitio a "chulas" como ella, o de las personas a las que éste había contratado.
Estas llamadas, "en principio", eran anónimas, con voz de mujer distorsionada a su número personal de móvil y al fijo de su domicilio familiar en las que le decían: "Puta no te acerques a López Madrid, me vale madres llevarte por delante". Pinto también recibió llamadas a su otro número personal de móvil desde otros teléfonos correspondientes a tarjetas prepago adquiridas con identidad falsa que iban cambiando cada poco tiempo.
La Fiscalía sostiene que el 10 de diciembre de 2013 ambos acusados se reunieron en las oficinas de CENYT --grupo empresarial de Villarejo-- en Torre Picasso y a continuación se dirigieron a la consulta de la médico. Allí, según el fiscal, hostigaron de nuevo a Pinto. Le advirtieron de que le estaban vigilando y de que la Policía vendría a visitarla si no cesaban las denuncias. Diez días después, y durante más de una semana, la víctima fue amedrentada de nuevo "reiteradamente" por personas desconocidas "que actuaban por encargo de los acusados".
Mensajes amenazantes
El Ministerio Público subrayaba que todos estos actos estaban dirigidos a alterar el sentimiento de seguridad y paz de la mujer "tratando de impedirla actuar libremente". Y ello porque las acciones que de manera "insistente" y "reiterada" realizaron los acusados pusieron de manifiesto que la víctima estaba siendo vigilada y perseguida y que, además, "alteraron gravemente la vida cotidiana" de la doctora y la de su familia, "teniendo que contratar seguridad privada, sus hijos dejaron de ir al parque y dejó de conducir durante al menos seis años".
A partir del 20 diciembre y hasta el 29 de marzo, la Fiscalía tiene computadas once acciones que van desde que un desconocido se acercó a la puerta del colegio donde estudiaba un hijo de la doctora que tenía 10 años para decirle "también estamos pendientes de vosotros" a llamadas telefónicas donde se le avisaba "vamos a seguir puta" o donde le decían "te vamos a matar".
Los mensajes amenazantes por encargo de los acusados hacia la mujer continuaron hasta principios de 2015. Entre ellos están los siguientes: "Puta loca judía", "¿sabes que quien nos paga se fue a ver tranquilo el partido a Lisboa en un avión privado mientras tu permaneces encerrada? Recuerda: dinero y poder! Estás muerta!" o "que tu hijo estuviese delante no fue un accidente…Dolor…Más y más dolor…Les has cambiado de cole, ¿crees que es mas seguro?".
Agresiones
Según la Fiscalía, la primera agresión se produjo el 13 de enero de 2014, cuando la mujer se encontraba en el interior de su vehículo parado en la calle y una persona desconocida se introdujo en la parte trasera y, "esgrimiendo un cuchillo", se lo clavó en el hombro mientras decía "estás indefensa".
La segunda ocurrió el 10 de abril. Ese día Pinto iba con su hijo menor de edad en su vehículo y, tras bajarse de su coche para buscar el alzador para el niño, fue abordada en la calle Triana por Villarejo, quien --según el relato de la Fiscalía-- propinó a la víctima un corte en el abdomen por encima de la blusa con un instrumento cortante mientras profería la expresión "López Madrid quiere que cierres la boca". El Ministerio Público ha destacado que la doctora denunció su situación de hostigamiento hasta en 15 ocasiones.