Argelia es el último país tras Mauritania y Marruecos en acordar con España la repatriación de grupos de inmigrantes de ese país llegados en los últimos meses a las costas españolas, fundamentalmente a Baleares y Murcia.
Fuentes cercanas a los operativos de repatriación han explicado a Efe que varias decenas de ciudadanos argelinos han salido del CIE de Barcelona donde estaban internos desde hace tiempo para regresar a su país, después de que las autoridades de Argelia asumieran estas repatriaciones.
Algo que ya ha comenzado a hacer también Marruecos. De hecho, este martes, la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, discutió con el gobierno marroquí la activación de las repatriaciones de sus nacionales, tal y como tambien hizo el ministro del Interior español, Fernando Grande Marlaska, en su viaje el pasado día 20.
Ruta atlántica
Aunque ninguno de los dos dirigentes ha dado cifras de cuántos ciudadanos marroquíes han podido ser devueltos, la comisaria europea reiteró que la prioridad son "los recién llegados" a Canarias, dando a entender que esos serán los primeros en ser expulsados.
Según ha sabido Efe de fuentes envueltas en estas operaciones, las repatriaciones a Marruecos habrían comenzado en las últimas semanas desde Canarias, pero en cifras muy pequeñas.
La comisaria citó en varias ocasiones la situación en Canarias, donde según sus datos los flujos migratorios se han multiplicado por diez en este año en "la ruta atlántica, la más mortífera" que sale de las costas del Sáhara Occidental, Mauritania y Senegal, y confirmó que la mitad de los llegados irregularmente son de nacionalidad marroquí.
Según las fuentes consultadas, Mauritania fue el primer país que, en virtud de un convenio firmado con España en 2003, comenzó a repatriar a inmigrantes, de forma que, solo en el primer trimestre y antes de la declaración del estado de alarma, España había fletado cuatro vuelos desde Canarias.
En ellos no solo viajaban mauritanos, sino también malienses, senegaleses y marfileños, pues el acuerdo entre España y Mauritania contempla que el país africano acepta le entreguen a personas que hayan salido de sus costas o transitado por su territorio, con independencia de su nacionalidad.
