Artur Mas está dispuesto casi a lo que sea con tal de seguir siendo presidente catalán. En su segundo intento, este jueves, de ser investido en el Parlament con el apoyo de la CUP (sólo necesitaría mayoría simple en la votación que previsiblemente se celebrará al final de la mañana), Mas ha revelado más detalles de la negociación contra reloj entre Junts pel Sí y el citado partido antisistema para llegar a un acuerdo que permita al líder de CDC seguir al frente de la Generalitat.
Mas ha instado a la CUP a demostrar su voluntad de acuerdo "no sólo con discursos, sino por la vía de los hechos"
La última idea de Mas para ganarse el favor de la CUP -necesita al menos el apoyo de dos de sus diez diputados- es que el propio Govern por él comandado presente, a finales del próximo mes de julio, tras el primer periodo de sesiones de la actual legislatura, una cuestión de confianza al Parlament, para que la cámara decida si el Ejecutivo regional merece seguir adelante con su gestión. Es decir, Mas pide una oportunidad de diez meses de duración. "Si no se supera, automáticamente se debe investir otro presidente, algo profundamente democrático", ha argumentado.
Presidencia "compartida"
Esa medida se suma a la presidencia coral propuesta por la CUP y que Junts se habría mostrado dispuesta a adoptar. Mas ha confirmado que estaría dispuesto a delegar funciones en Raul Romeva, Neus Munté y Oriol Junqueras, que serían sus tres vicepresidentes. Se trataría, ha dicho, de una "presidencia con todas sus funciones, pero compartidas". El president ha invitado a la CUP a demostrar su voluntad de acuerdo "no sólo con discursos sino por la vía de los hechos". Para alcanzar un paco, ha insistido, "las posiciones se tienen que mover".
"Nos encontramos en un momento de transición, de la autonomía a la constitución de un Estado. Ese es el sentido de la legislatura", ha recordado Mas, ignorando la decisión del Tribunal Constitucional de admitir el recurso del Gobierno a la resolución independentista aprobada el lunes, decisión que deja automáticamente sin efecto esa moción.
presiones a la cup para que invista a Mas
Mientras el Parlament debate sobre la investidura de Mas, las presiones sobre la CUP para que dé su brazo a torcer no cesan. El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha vuelto a insistir esta mañana en que la presidencia de Mas es una "línea roja". "A partir de aquí, si no hay acuerdo, los ciudadanos tendrán que hacer de árbitro en unas nuevas elecciones", ha reiterado en RNE.
También el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez, ha exigido a Junts y la CUP un "acto de generosidad" para poder investir al presidente de la Generalitat antes de las elecciones del 20D, y ha admitido que la manifestación que la ANC ha convocado el próximo domingo tiene como objetivo "presionar".