Primera lección de los atentados de Bruselas. La Guardia Civil, a través de su Centro de Análisis y Prospectivas (CAP), ha elaborado sólo 24 horas después de las masacres de Bruselas su primer informe sobre "implicaciones, riesgos y reflexiones" de las mismas. El documento, firmado por el director de dicho órgano de apoyo, José María Blanco, destaca entre los segundos la posibilidad de que surjan imitadores de los yihadistas que lo han cometido ante "la aparente facilidad para atentar y aterrorizar a Europa". Una situación que ofrece, en su opinión, "un amplísimo panorama de escenarios indeseables". No es la única conclusión que extrae el experto. También apunta la posibilidad de un aumento de la islamofobia en el viejo continente, la constatación de que los terroristas prefieren los "objetivos blandos", en referencia a aquellos que cuentan con limitadas medidas de seguridad como aeropuertos, centros comerciales y estadios; y el convencimiento de que los estados de excepción no sólo no sirven para combatir este forma de violencia, sino que pueden llegar a ser contraproducentes.
El documento del Centro de Análisis y Prospectivas del Instituto armado cree que la masacre de Bruselas confirma que los yihadistas buscan "objetivos blandos" con "limitadas medidas de seguridad"
El documento, de siete folios de extensión y al que ha tenido acceso Vozpópuli, arranca con un resumen de los acontecimientos acaecidos los días anteriores a los atentados, entre ellos la muerte en enfrentamiento con la Policía belga de un supuesto yihadista y el arresto del presunto autor de uno de los atentados de París, Salah Abdeslam. "Esta detención muestra la importancia de arrestar con vida a los terrorista, cuestión que en la 'huida hacia adelante' (manhunt) que han mostrado en los últimos atentados en Europa resulta complicado", destaca el texto. En este sentido, el análisis del experto incide en que dicha captura ha puesto de manifiesto la "amplísima red de colaboradores" con la que cuentan los yihadistas, de los cuales "no todos [están] vinculados al ISIS [siglas en inglés del autoproclamado Estado Islámico]".
El informe también resalta que los atentados de Bruselas no sólo han confirmado lo que ya era conocido sobre la actuación de los terroristas islámico, sino también "lo que se temía y lo que se mostró novedoso en los atentados del 13 de noviembre en París". Entre ellos, la preferencia por atacar "objetivos blandos", en referencia a redes de transporte, que califica de vulnerables, estadios, salas de conciertos y cafeterías, como en la capital francesa. "La lista de objetivos blandos, aquellos que cuentan con limitadas medidas de seguridad, es inabarcable, planeando claros riesgos futuros y desafíos para su protección", recalca. Por ello, sugiere aplicar el modelo de Israel, que lleva la seguridad de sus aeropuertos más allá de "las zonas controladas y próximas al embarque".
"No se puede improvisar en unas horas"
El experto de la Guardia Civil también destaca que esta última masacre y la de París entierran, en cierto modo, la figura del 'lobo solitario' y confirman la existencia de 'células' "con capacidad para planificar y ejecutar ataques coordinados, especialmente sucesivos o simultáneos [...] que amplifican los efectos del terror". De hecho, descarta que los atentados de Bruselas sean una respuesta a la detención de Salah Abdeslam ya que considera que los mismos "no se pueden improvisar en unas horas". Insiste en lo preocupante de que los yihadistas continúen utilizando "el recurso a las acciones suicidas", además de constatar que Bélgica ya ha dejado de ser una simple "sede logística" para el ISIS y se ha convertido "en objetivo" de sus ataques.
La Guardia Civil considera que los atentados de París y Bruselas entierran la figura del 'lobo solitario' y confirman la existencia de 'células' yihadistas listas para ejecutar ataques "coordinados y sucesivos"
Sobre los riesgos, el "principal" que contempla el documento de la Guardia Civil es que "la aparente facilidad para atentar y aterrorizar a Europa puede generar deseos de imitación. Modus operandi, armas y objetivos se combinan, ofreciendo un amplísimo panorama de escenarios indeseables", continúa el texto. Además, cree que los atentados pueden provocar un aumento de las "polarizaciones políticas y extremismos", así como con más "xenofobia y racismo, especialmente en islamofobia". En este sentido recuerda el incidente del martes en Madrid cerca de la Mezquita de la M-30 protagonizado por un grupo ultra, y la tendencia de "vincular terrorismo y crisis de refugiados, dos fenómenos diferentes", recalca. "El escenario de la entrada de terroristas por las vías de refugiados es únicamente un escenario más, y no el más importante, de la multitud de escenarios a considerar", añade.
Los "errores"
El director del CAP también critica las "sobrerreacciones" habidas tras los atentados del martes, como el hecho de que en Bélgica se hablara "de una guerra. Un enorme error puesto que contribuye a dotar de entidad a una organización terrorista". De hecho, también considera que Francia se equivocó a convertir en "permanente" el estado de urgencia que impuso tras los atentados de noviembre, una medida que califica de "cortoplacista, una victoria para los yihadistas y un factor de radicalización adicional". Llega a decir que aquella medida provocó "nuevos factores de radicalización". En esta línea, también considera que la decisión de las autoridades belgas de bloquear el país tras aquellos ataques a la capital francesa "de nada ha servido, no ha evitado un grave atentado", y pone como ejemplo contrario lo ocurrido en Madrid tras el 11-M, cuando "no se paralizó la ciudad ni se declaró el estado excepcional", y el esfuerzo de las autoridades españolas de que se celebrara el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona tras los atentados de noviembre en París.
El documento critica el tratamiento mediático, sobre todo el protagonismo de tertulianos con "clichés y sesgos" y la difusión "de imágenes de víctimas en el suelo" que favorecen a los terroristas
Finalmente, critica el tratamiento mediático dado a los atentados. "Dejar la información pública sobre terrorismo en manos de tertulianos es un riesgo", asegura. En este sentido, considera que estos comentaristas se rigen por "clichés, sesgos, simplificaciones [e] intereses ideológicos". También destaca como un hecho negativo que desde los medios se califique a algunos de los terroristas como "cerebro" de los atentados, un término con connotaciones positivas para los yihadistas, como otros que se utilizan: "Lobos solitarios, inmolación, kamikazes". El documento también resalta que "hace un flaco favor a la lucha contra el terrorismo" la difusión "de imágenes de víctimas en el suelo, de rehenes con monos de color naranja o los propios vídeos de Daesh sin tratar"· "En sociedades dirigidas por la imagen [...] el terrorismo vive de la misma", concluye.