El juicio a 47 presuntos miembros y colaboradores de una rama de la banda motera 'Los Ángeles del Infierno' asentada en Mallorca, por más de una decena de delitos, que van desde la organización criminal al tráfico de drogas o el blanqueo de capitales, comenzará este lunes en la sede de la Audiencia Nacional ubicada en San Fernando de Henares.
La Fiscalía Anticorrupción presentó su escrito de acusación en enero de 2019 dirigiéndose contra 47 personas físicas y otras tres jurídicas por 16 cargos que arrojan un saldo conjunto de 298 años y medio de cárcel. Pero en el tiempo transcurrido desde entonces, según fuentes fiscales consultadas por Europa Press, se ha tomado declaración a otras tres personas más como investigadas y se han elaborado los correspondientes escritos de acusación, si bien es probable que los autos de apertura de juicio oral no estén a tiempo para el lunes, y alguno de ellos deba ser juzgado con posterioridad.
El auto de procesamiento dictado en su día por el juez instructor Eloy Velasco situaba a la cabeza de la organización al ciudadano alemán Frank Hannebuth, hasta entonces líder del grupo en Hannover y considerado como uno de los principales dirigentes de los 'Hells Angels' en Europa.
No obstante, Hannebuth habría contado con la ayuda de Khalil Yousafi y su hermano Abdelghani, dos lugartenientes que le habrían facilitado el desembarco en Mallorca junto a otro "grupo de adláteres".
De acuerdo con el relato judicial, "los acusados son un conjunto de personas asentadas en la isla de Mallorca que se integraban en una organización delictiva de ámbito internacional y que gira en torno a un club de moteros mundial conocido como 'Hells Angels Motors Club' (HAMC)". La mayoría de ellos, según explicaba el fiscal en su escrito de acusación, "ostentaban un alto nivel de vida" y eran propietarios a través de personas interpuestas de bienes muebles e inmuebles.
HAMC, fundada en 1948 en Estados Unidos, funcionaría por "capítulos", aparentes "grupos autónomos" que "en realidad se circunscriben dentro de una sólida estructura jerárquica" que ejerce "un control interno de forma coactiva o violenta".
"Los miembros de la HAMC están involucrados en delitos graves", que en este caso se han traducido en acusaciones por organización criminal, blanqueo de capitales, tráfico de drogas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas, prostitución, amenazas, coacciones, extorsión, falsedad documental, encubrimiento, omisión del deber de perseguir delitos, violación de secretos y cohecho.
la Fiscalía Anticorrupción, en su escrito, ponía el foco en que la actividad criminal del grupo se basaba especialmente en el uso de la violencia y la intimidación como "parte intrínseca" de su conducta y reputación. Apuntaba que sólo con la violencia lograban expandir sus 'capítulos' en territorios de otras organizaciones consiguiendo así mercados nuevos.
Además, gracias a esa violencia ejercían la extorsión en sus zonas controladas y llevaban a cabo acciones de represalia por incidentes previos.
Desarticulada en 2013
La investigación del Juzgado Central de Instrucción 6 permitió descubrir la implantación de uno de estos "capítulos" en Mallorca, en una primera fase desde 2009 hasta que se disolvió en 2011 y conformada principalmente por miembros llegados de Turquía. Y, en una segunda fase, desde finales de 2012 hasta que fue desarticulada en 2013, la banda operaba principalmente con miembros procedentes de Alemania.
Una de las principales actividades delictivas y fuente de financiación de la trama era la prostitución. Según el juez Velasco, los miembros de la banda traían a España a mujeres con apariencia de turistas y las obligaban a ejercer de forma coactiva.
El equipo de fiscales, en su escrito de acusación, añadía que esta implantación de 'HAMC' en Baleares fue consecuencia de la estrategia de la banda a nivel europeo, "motivada por su situación geográfica, existencia de negocios de alterne, posibilidad de blanqueo de capitales y el tráfico de drogas, y la presencia de población residente extranjera, que facilitaba las prácticas de extorsión".
'Los Ángeles del Infierno' y sus colaboradores buscaron todo tipo de actividades que pudieran ofrecerles un beneficio económico. De ahí que participaran en operaciones de blanqueo de capitales, de extorsión o estafas mediante la creación de empresas con apariencia legal con las que obtener créditos ICO.
Elaborada gestión y reparto de tareas
Al parecer, la organización contaba con una elaborada gestión, con un reparto de tareas y múltiples colaboradores, entre los que se encontraban un miembro de la Policía Local de Palma, un agente de la Policía Nacional y un guardia civil.
El juzgado apuntaba a una "concertación delictiva entre los diferentes miembros de la organización criminal en la preparación y ejecución de los delitos a los que, con permanencia temporal y cierto reparto de papeles, se dedican".
Los fiscales explicaban que desde su implantanción en 2009 se sucedieron diversas actuaciones policiales contra sus miembros o contra personas relacionadas con la organización. Y recordaban por ejemplo que varios fueron investigados por un delito de homicidio en grado de tentativa y atentado a agentes de la autoridad, que otros fueron imputados por delitos de desórdenes públicos y lesiones con arma blanca, y que también se investigaron casos de extorsión realcionados con ellos.
Ahora, las fuentes fiscales consultadas indican que se espera que haya bastantes conformidades de los encausados, habida cuenta que los principales cabecillas estuvieron varios años ya en prisión preventiva. Con todo, y dado que hay muchos huidos (y hasta tres con orden de busca y captura), está por ver quien acude finalmente de los acusados a la celebración de la vista oral en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.